El alcohol es la segunda causa de adicción en la provincia de Jaén
La cocaína es la adicción principal, seguida del alcohol, luego la heroína, el cannabis y el juego. Son datos que recoge la memoria anual de Proyecto Hombre en Jaén
Jaén - Publicado el - Actualizado
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Las tendencias de consumo presentan diferencias por género. Mientras que en el caso de los hombres las adicciones principales son la cocaína (39,05%), el alcohol (26,67%) y la heroína (18,10%), en el caso de las mujeres el alcohol encabeza las adicciones principales con el 60%, frente a un 30% de cocaína y un 10% de heroína. En el caso de las adicciones secundarias, el alcohol ocupa el primer puesto en hombres (30,10%), mientras que los fármacos, con el 42,9%, encabezan las adicciones secundarias en las mujeres.
El total de atenciones durante el pasado año alcanzó en 2022 las 849 personas. De ellas, 454 fueron de manera presencial, 298 a través de llamadas telefónicas y 97 contactaron con Proyecto Hombre a través de su página web. En 2022, el 83,63% de las personas que recibieron atención y tratamiento a través de la Fundación Proyecto Hombre Jaén fueron hombres, mientras que el 16,37% fueron mujeres. La media de edad general fue de 38,4 años. Según género, la edad de los hombres aumenta hasta los 42,63 años, mientras que la de las mujeres se sitúa en los 37,56 años.
El director de Proyecto Hombre, Pedro Pedrero, ha destacado que el incremento de la edad de las personas que acuden a la entidad solicitando ayuda ha sido constante. “En Proyecto Hombre, un 20% de las personas atendidas son mayores de 50 años. Desde 2013, la edad media ha aumentado de los 36 años hasta los 40 que nos encontramos en 2022. La sustancia principal por la que este perfil solicita ayuda es el alcohol”, ha explicado.
Desde la entidad sostienen que esto se debe principalmente a dos razones: la cronicidad de la adicción que sufren tras años de consumo prevalente, así como el envejecimiento general de la población. “Las personas con problemas de adicción al alcohol tardan más tiempo en pedir ayuda porque el consumo de esta sustancia está totalmente normalizado. Es una droga socialmente aceptada, por lo que la persona con problemas de adicción tarda más años en presentar severidad, solicitar asistencia y su adicción se cronifica”, ha añadido Pedrero.
Atender a estos perfiles supone un reto para la entidad y la necesidad de iniciar un debate sobre cómo enfocar el abordaje de las adicciones en personas de la tercera edad o sobre temas como por ejemplo cómo llevar a término la inserción sociolaboral y familiar de personas que ya no deban o puedan trabajar, y/o tengan movilidad reducida. “Es necesario adaptar nuestras respuestas a la propia naturaleza dinámica de esta sustancia y de los perfiles que nos encontramos. Reformular nuestros procesos, la atención que ofrecemos, cómo trabajamos con ellos la reinserción laboral, adaptar sus propuestas de ocio y tiempo libre saludable, intensificar su tutela médica…”, ha apuntado Pedro Pedrero.
Entre las principales conclusiones, Pedrero ha destacado que el binomio cocaína-alcohol sigue siendo el más presente dentro de las demandas de atención y que el cannabis tiene una presencia muy significativa como droga principal y secundaria. Como elemento destacado, ha apuntado que “es necesario seguir profundizando y desarrollando la inclusión de la perspectiva de género en el desarrollo de los programas”.