¿Cómo se hace un buen plato de pasta y cómo se calcula la ración exacta?

El 25 de octubre es el Día Mundial de la Pasta, uno de los platos más populares del mundo, sin duda alguna. En España, nueve de cada 10 hogares consumen pasat de manera habitual. Vayas a donde vayas, en cualquier rincón del planeta, puedes encontrar un plato de pasta, pero ¿cómo se hace un buen plato de pasta y cómo se calcula la ración exacta?

Empecemos por el principio. Seguramente te ocurrirá como a mí y cuando cueces pasta terminas haciéndolo para un regimiento de comensales. Es así y lo sabes. En realidad no es complicado calcular de forma simple cuántos macarrones tenemos que echar en el agua para nuestra ración. Como bien sabes, la pasta una vez cocida duplica con creces su tamaño, por lo que basta con echar en un plato la mitad de la ración que nos apetece comer. Así de simple.

Un simple vaso (de los de agua) también puede ayudarnos para calcular la ración. Basta con llenarlo y tendremos la ración ideal. Por otro lado en el mercado puedes encontrar unas cucharas medidoras, en este caso para espaguetis o tallarines. Es esa cucha de madera o silicona con un agujero en la parte central y que seguramente te habrás preguntado alguna vez cual es su función. Pues ese agujero central es el que te sirve de guía para este tipo de pasta. Rellena el orificio y esa es tu ración.

Luego está lo de calcularlo a ojo. Esto es: coger un puñado, lo que te entre en la mano, y calcula a ojo de buen cubero (

qué cantidad necesitas. A mí siempre me parece poco y termino haciendo pasta para tres días con sus tres noches.

La cocción perfecta

Hay que diferenciar la pasta fresca o hecha en casa de la industrial o pasta seca. La primera, es una pasta que caemos en casa y que por lo tanto es fresca lo que significa que su cocción es más rápida además de estar mucho más rica, siempre que tengas maña para hacerla claro está. La segunda está la pasta seca que compramos en las tiendas. Ya sea pasta de trigo o pasta de huevo, esta necesita algo más de cocción.

Según las instrucciones de los cocineros italianos, que de esto saben algo, es necesario un litro de agua por cada 100 gramos de pasta que vamos a cocer

No obstante en nuestro país cuando cocemos pasta lo hacemos con el triple de agua de la cantidad de pasta que vamos a utilizar y nos queda de lujo. Resumiendo agua y sal en una cantidad suficiente.

Luego están los trucos que mucha gente utiliza como añadir unas gotas de aceite de oliva o una cucharada de mantequilla o margarina para que no “se pegue” la pasta durante la cocción. Si queréis mi opinión, esto supone un desperdicio. Basta con estar atento durante la cocción y problema resuelto.

Otra cosa que debes de tener muy en cuenta es el tiempo de cocción de la pasta ya que este va a depender del posterior uso que le vayas a dar. La clave es dejarla siempre al dente. Por eso si tras cocerla en agua le vas a añadir algún tipo de salsa caliente o que necesite unos minutos al fuego, la pasta podría pasarse y perder ese punto ideal tan característico. Es decir: una vez escurrida la pasta tras cocerla, al pasarla a la sartén para mezclarla con la salsa, esta se termina de cocer. Resumiendo. Si en las recomendaciones pone ocho minutos, se puede cocinar unos seis y medio, y la salsa o la sartén harán el resto.