SUCESOS
Desmantelada la mayor red de falsificación de whisky de España
Se trata de una red de origen hispano asiático que operaba desde La Rioja, Campo de Criptana y Jaén. Podrían haber defraudado más de 4 millones de euros
Jaén - Publicado el - Actualizado
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La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en una operación conjunta, han desmantelado en La Rioja, Jaén y Ciudad Real, una de las mayores redes delictivas dedicada a la elaboración y distribución ilegal de whisky. De haber conseguido introducir clandestinamente toda la mercancía, el fraude cometido por esta red hispano-asiática hubiera superado los 800.000 euros y el daño que ha causado a la marca de whisky falsificada hubiera ascendido a los 3.810.000 euros.
Durante las actuaciones han sido detenidas e investigadas un total de 14 personas, -entre los 37 y 52 años-. A estas personas se les considera presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, falsificación de efectos timbrados, contra la hacienda pública, contra la propiedad industrial y contra la salud pública. La mayoría de los detenidos tienes antecedentes.
Miles de litros alcohol y de botellas de whisky falsificadas
Durante las actuaciones se han intervenido numerosos efectos falsificados que la red delictiva importaba desde China para llevar a cabo su actividad ilícita. Entre la mercancía incautada, hay cerca de 300.000 botellas de whisky falsificadas, 171.200 precintas fiscales falsificadas, 18.400 cápsulas y más de 27.000 cajas de cartón con el logotipo de una prestigiosa marca. Además se han incautado 9.550 litros de alcohol a granel para elaborar el producto fraudulento, 11.200 litros de whisky elaborado y listo para embotellar, así como 36.460 litros de whisky ya embotellado, y documentación relevante para la investigación.
Aunque no se ha podido constatar, los investigadores sospechan que parte de las 300.000 botellas incautadas iban a ser destinadas a abastecer el mercado ilícito de bebidas alcohólicas posiblemente del sur de España.
Falsificación en cadena
Las personas implicadas en esta trama utilizaban una persona jurídica vinculada al sector de la distribución de bebidas alcohólicas en La Rioja. La primera base de operaciones, en Ciudad Real, estaba dirigida por un empresario asiático que importaba desde Asia precintas fiscales falsas e importantes cantidades de botellas de vidrio, etiquetas y tapones falsificados de una conocida marca. La segunda base estaba situada en La Rioja, donde se encargaban de preparar la mezcla alcohólica y embotellarla. Una vez entraba el material en el territorio nacional, el empresario detenido derivaba las botellas y los tapones a la base de La Rioja -dirigida por un clan familiar-. Seguidamente procedían al envío de las botellas a Ciudad Real donde le colocaban las etiquetas y las precintas, quedando listo para su distribución. Por otro lado, la facción riojana tenía consolidado una línea de distribución en la provincia de Jaén, para la comercialización final de las partidas que tenían previstas remitir.