Perros que curan: el poder terapéutico de nuestros mejores amigos

Su habilidad para percibir emociones humanas, su paciencia y su capacidad para generar confianza hacen de ellos aliados insustituibles para mejorar la calidad de vida de muchas personas

Perros que curan: el poder terapéutico de nuestros mejores amigos

Ángel López

Jaén - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

De siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, pero ha quedado demostrado que también puede ser su mejor terapeuta. Con su lealtad incondicional, su instinto protector y su capacidad para conectar emocionalmente, los perros han encontrado un lugar esencial en el mundo de las terapias asistidas. Pero, ¿qué los hace tan especiales? 

Su habilidad para percibir emociones humanas, su paciencia y su capacidad para generar confianza hacen de ellos aliados insustituibles para mejorar la calidad de vida de muchas personas.

La terapia asistida con perros va más allá de las caricias y el juego. Estas intervenciones, diseñadas por especialistas, tienen como objetivo trabajar aspectos físicos, emocionales o sociales de los participantes. Ya sea un niño con trastornos del espectro autista, una persona mayor con Alzheimer o un paciente en rehabilitación física, los perros logran establecer un puente emocional que facilita el progreso. Este vínculo no solo motiva, sino que también reduce el estrés y fomenta la confianza, creando un espacio seguro para el aprendizaje y la recuperación.

En España, entidades como la Fundación Affinity o Yaracán son referentes en este tipo de terapias. Sus programas incluyen perros específicamente entrenados, capaces de adaptarse a diversas necesidades, desde ayudar a mejorar la movilidad hasta estimular habilidades sociales. Además, estas organizaciones aseguran el bienestar de los animales, garantizando que su rol terapéutico sea siempre positivo tanto para ellos como para los participantes.

Uno de los mayores impactos de estas terapias se vio durante la pandemia de COVID-19, cuando el aislamiento afectó la salud mental de muchas personas. Los perros, con su energía y espontaneidad, ayudaron a aliviar la soledad y el estrés, recordándonos el poder transformador de su presencia. También han demostrado ser eficaces en colegios de educación especial y residencias de mayores, donde su interacción genera momentos de alegría y conexión emocional.

Perros que curan: el poder terapéutico de nuestros mejores amigos

En un mundo donde las soluciones tecnológicas avanzan rápidamente, los perros nos recuerdan que, a veces, el mejor apoyo proviene de algo tan simple y natural como un ladrido amistoso o una mirada comprensiva. Su papel como terapeutas de cuatro patas reafirma por qué siempre serán nuestros mejores amigos.