PATRIMONIO
Restaurados dos cuadros de la colección ‘La vida de José’ de la Santa Capilla de San Andrés de Jaén
Los trabajos de recuperación, ejecutados por Olga Cano, han contado con el apoyo de la Fundación Caja Rural de Jaén
Jaén - Publicado el
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José en el pozo y La túnica de José son los títulos de los dos cuadros restaurados tras el proceso de recuperación llevado a cabo por Olga Cano Aceituno, con el respaldo de la Fundación Caja Rural de Jaén. Estas dos obras están incluidas en la colección La vida de José, pertenecientes a la Santa Capilla de San Andrés de Jaén, y se unen a la restauración de Salida de la habitación de la esposa de Potifar y La entrega de regalos de la casa de José, presentadas en abril.
Se trata de recuperar un patrimonio, a veces olvidado, y que es importante también que la gente lo conozca
Gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén
El gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, ha presentado ambas piezas, que permanecerán expuestas en el Espacio La Rural durante las próximas semanas, junto al gobernador de la Santa Capilla de San Andrés, Fernando Casado, y a la restauradora encargada de la recuperación de estos óleos sobre cobre del siglo XVIII. Una colección muy interesante que estaban muy deteriorados y que poco a poco van recuperando su estructura original. Se trata de recuperar un patrimonio, a veces olvidado, y que es importante también que la gente lo conozca”, ha valorado García-Lomas.
La principal patología que afecta a las obras de esta colección es el levantamiento de la pintura con respecto al soporte. Algunos fragmentos ya se habían desprendido del soporte causando pérdidas irreversibles. A ello se suma que las pinturas presentaban suciedad superficial y el estrato de barniz se encontraba oxidado. Una intervención “urgente”, como ha descrito Olga Aceituno, quien ha calificado el resultado de estos trabajos como “gratificante, porque se había perdido mucha pintura”.
Durante el proceso de restauración se han realizado estudios y análisis previos como el estudio fotográfico, planos de deterioro, test de solubilidad y diferentes técnicas no invasivas, para conocer e identificar los materiales empleados. Una primera fase tras la que se llevaron a cabo tratamientos de fijación de la pintura, limpieza del reverso, aplicación de inhibidor de la corrosión del soporte, consolidación y fijación de la capa pictórica, eliminación del empapelado, así como limpieza y eliminación de repintes oxidados, estucado y enrasado de las pérdidas de preparación, reintegración pictórica y barnizado final.
Por su parte, Fernando Casado ha señalado que “es una satisfacción seguir avanzando con el proceso de restauración. Para nosotros es un honor contar con el apoyo de la Fundación para conservar adecuadamente esta colección, que es patrimonio de toda la ciudad de Jaén”.
Colección La vida de José
Las doce obras que componen esta compilación pictórica narran la vida de José, hijo de Jacob. Pese a que se desconoce la autoría, existe un documento de donación por Ignacio Sanmartín Corvera, datado de 1785, en el que se relata que “están pintados por dos célebres pintores que tuvo el rey Felipe II”. Gracias al estudio del historiador José Joaquín Quesada se ha descartado la posibilidad cronológica de que dichos artistas estuvieran relacionados con Felipe II, pudiendo estarlo, en cualquier caso, con su nieto Felipe IV y, sobre todo, con el coleccionismo nobiliario de su época.
La peculiaridad de la colección se centra en el material del soporte, es una plancha de cobre sobre el que se encuentra una ligera preparación y la pintura al óleo. El cobre en láminas finas y pulidas sirvió como soporte para la pintura al óleo, especialmente por los artistas flamencos y holandeses del siglo XVII. Las obras están encuadradas con un marco que mide 9 cm de grosor en todo su perímetro, es de madera decorada en negro y pan de oro en las molduras externas e internas.
En el cuadro José en el pozo se narra la escena en el que los hermanos de José lo abandonan en un pozo durante tres días. Posteriormente lo extraen para obtener un beneficio económico, vendiéndolo como esclavo a unos mercaderes que se acercan tras la colina. Algunos hermanos no estaban cómodos con la decisión de abandonarlo a su suerte y se sintieron aliviados tras su venta.
En la pintura titulada La túnica de José se relata cómo uno de los hermanos de José entrega la túnica del mismo a su padre Jacob, mintiéndole sobre el paradero de su hermano y diciéndole que ha fallecido. Aparecen varios personajes, en su mayoría femeninos, lamentando su muerte.