¿Te falta energía, te cuesta arrancar?... Tal vez la culpa sea de la primavera
Para algunas personas, esta estación viene acompañada de una sensación persistente de cansancio, apatía e incluso tristeza. Esto es lo que te está pasando

Te falta energía, te cuesta arrancar... Tal vez la culpa sea de la primavera
Jaén - Publicado el
3 min lectura
¿Te sientes cansado, sin ganas de nada ni fuerzas para afrontar el día? Lo que te pasa tiene nombre, y no eres el único al que le ocurre. Con la llegada de la primavera, muchas personas experimentan una especie de bajón físico y emocional que parece ir en contra del ambiente alegre que nos rodea. Todo florece, los días se alargan, el sol brilla más... pero tú te sientes más apagado que nunca. Eso se llama astenia primaveral.
La astenia primaveral no es una enfermedad, sino un trastorno temporal que se manifiesta cuando el cuerpo intenta adaptarse a los cambios propios de la nueva estación. Y es que la primavera no solo cambia el paisaje, también altera nuestro reloj interno. Con más horas de luz solar, variaciones de temperatura y cambios en la presión atmosférica, el cuerpo entra en un proceso de reajuste que puede pasarnos factura. La alteración de los ritmos circadianos, esos que regulan el sueño, el apetito, la energía y el estado de ánimo, puede generar una sensación general de agotamiento, decaimiento, falta de motivación e incluso tristeza.

Te falta energía, te cuesta arrancar... Tal vez la culpa sea de la primavera
Esos días en los que te cuesta salir de la cama, en los que parece que te pesa el cuerpo, que no puedes concentrarte ni encontrar la chispa para hacer lo de siempre... sí, podrían estar relacionados con la astenia primaveral. También pueden aparecer molestias leves como dolor de cabeza, somnolencia diurna o irritabilidad sin motivo claro. Y aunque no es grave, puede afectar a tu rendimiento diario y a tu estado de ánimo.
La buena noticia es que la astenia primaveral suele durar poco y se puede aliviar de forma natural, sin recurrir a medicamentos. Para empezar, intenta exponerte al sol cada día, aunque sea unos minutos. La luz natural ayuda a regular la melatonina y la serotonina, dos hormonas clave en el equilibrio emocional. Comer bien también marca la diferencia: prioriza frutas, verduras, cereales integrales y alimentos frescos que aporten energía de forma sostenible. Hidrátate bien, porque a veces el cansancio es solo deshidratación disfrazada.
Muévete. Aunque cueste, hacer algo de ejercicio moderado, como caminar, andar en bici o hacer estiramientos, puede revitalizarte por dentro y por fuera. El movimiento genera endorfinas, que también ayudan a combatir el bajón. Y no subestimes el poder del descanso: mantén una rutina de sueño regular, evita las pantallas antes de dormir y crea un ambiente tranquilo para que el cuerpo se recupere bien por la noche.
Además, puedes apoyarte en remedios naturales. Infusiones como el ginseng, el romero o la menta ayudan a despejar la mente y aportan un plus de energía. Suplementos como la jalea real, el polen o el magnesio también pueden ser buenos aliados, siempre que se usen con responsabilidad y, si es necesario, bajo orientación profesional.

Para algunas personas, esta estación viene acompañada de una sensación persistente de cansancio, apatía e incluso tristeza
La clave está en escuchar tu cuerpo, tener paciencia y entender que, igual que la naturaleza necesita su tiempo para florecer, tú también. No te exijas estar al cien por cien si sientes que no puedes. Cuídate, rodéate de luz, aire fresco, buena comida y calma. La primavera no solo está afuera: también puede empezar dentro de ti, poco a poco.