SUCESOS
Un “vuelco” de droga en Jaén acaba con tres detenidos y un herido de bala
Las víctimas fueron sorprendidas por cinco encapuchados que les agredieron con bates de beisbol, disparando e hiriendo a uno de ellos por la espalda cuando huía
Jaén - Publicado el - Actualizado
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El pasado día 24 de agosto del pasado año, la sala Operativa del 091 recibía varias llamadas en las que se manifestaba que una persona estaba deambulando ensangrentada por la calle Millán de Priego y había tomado la dirección hacía el hospital. Una patrulla de Seguridad Ciudadana se desplazó hacía el servicio sanitario observando como un joven se encontraba tendido en el suelo con un impacto de bala con entrada por la espalda y salida por el pecho. En un primer momento, el herido les manifestó que había llegado hasta Jaén con un amigo suyo con el fin de ver a una amiga que vivía por la zona de la Magdalena, de repente aparecieron cuatro personas encapuchadas golpeando a su amigo con bates de beisbol y que, al ver tal situación, emprendió la huida recibiendo un tiro por la espalda.
Los agentes, una vez asistido en el hospital y quedar custodiado por una dotación policial, se dirigieron a recabar información en la zona donde supuestamente se habían producido los hechos, siendo informados por varios testigos que tres encapuchados con mediasen la cabeza habían golpeado a una persona y que al huir le habían disparado hasta tres veces. En la requisa efectuada, los policías observaron una vaina percutida de pistola en el suelo y dos impactos en la pared, encontrándose uno de ellos empotrado en la misma.
Localización de la segunda víctima
Abierta la investigación, los investigadores de la UDEV-PERSONAS, recabaron información sobre los hechos, entrevistándose con diferentes personas que confirmaban la agresión y el posterior tiroteo cifrando en cinco el número de agresores. Posteriormente trataron de localizar infructuosamente al amigo del herido desplazándose hasta el Hospital de Úbeda donde había sido trasladado el herido de bala. Desde allí consiguieron localizar a la segunda víctima, requerida para que se desplazara hasta el mencionado hospital con el fin de seguir recabando información. Las dos víctimas estaban reacios a mostrar su testimonio debido a un miedo insuperable, ya que, según ellos, los agresores eran capaces de hacerles algo peor, por lo tanto, no querían decir nada al respecto de quién o quiénes y por qué lo habían hecho.
Primera y segunda versión
Los investigadores lograron convencer a las víctimas y dieron una primera versión de los hechos. Habían venido desde Torreperogil hasta Jaén con el fin de realizar unas compras y pasar el día. Aparcaron su vehículo y nada más salir del mismo, fueron atacados por cinco individuos con los rostros tapados golpeándoles con bates de beisbol. Una de las víctimas echó a correr por una calle de escaleras siendo perseguido por uno de los agresores que portaba una pistola en su mano. Durante su huid anotó un disparo en la espalda escuchando dos disparos más.
Los investigadores no dieron credibilidad a lo relatado y tras mucho dialogar con la víctima, ésta les manifestó que la verdad era que los agresores no les agredieron nada más apearse del vehículo, sino que, al aparcar el coche vieron a varios individuos pero que no les dieron importancia, comenzando a bajar la calle escalonada con la intención de dirigirse al Gan Eje para realizar unas compras y almorzar. Fue al bajar la calle cuando les agredieron, desconociendo el motivo de tal agresión. Esta versión coincidía plenamente con la segunda víctima que pensó que debieron de confundirles con otras personas.
Alguien sabía que las víctimas, ese día y a esa hora estarían en el lugar de los hechos Los investigadores no terminaron de creer las versiones aportadas por las dos víctimas. Había diferentes “piezas” que no encajaban plenamente, llegando a la conclusión que la última versión que ambos habían aportado era falsa y no se atrevían a decir lo que verdaderamente había ocurrido debido al miedo que ambos tenían por lo que había ocurrido. Por ello, los agentes barajaron varias hipótesis a investigar, una de ellas es que era más que evidente que alguien sabía que los jóvenes, ambos residentes en Torreperogil, ese día y a esa hora iban a ir a ese lugar con algo “valioso”, por lo que los agresores les estaban esperando y decidieron arrebatarles lo que llevaban.
Por otra parte, los investigadores sospecharon que ambos conocían perfectamente a los agresores, ya que, según les manifestaban, no querían decir nada por miedo a represalias más graves, indicio claro deque sabían quienes eran y el motivo de la agresión.
Tercera versión
Tras la intensa insistencia de los agentes, una de las víctimas les relató una tercera versión diciendo que había acompañado a su amigo hasta Jaén con el fin de comprar un coche que había sido valorado en 10.000 euros. Al llegar al punto de encuentro se encontraron con el vendedor y otra persona. Ambos, junto a las víctimas se dirigieron hasta el vehículo. En un momento dado, el acompañante del vendedor se detuvo en la calle haciendo un gesto con la cabeza. Fue en ese momento en el que aparecieron el resto de los agresores que supuestamente cometieron la agresión, robándoles los 10.000 euros.
Venían con un kilo de cocaína
Esta tercera versión de los hechos no convenció a los investigadores. Paralelamente, ambas víctimas estaban siendo investigadas por el Grupo de Estupefacientes de Jaén que culminó con la interceptación de un vehículo que volvía de la localidad de Mora (Toledo)conducido por una de las víctimas, la herida por disparo de arma de fuego, y acompañada por su pareja sentimental. En la requisa del vehículo, los agentes encontraron un kilo y medio de cocaína. Ambos fueron ingresados en prisión. Tras la mencionada detención, los agentes se centraron en una de las hipótesis en las que estaban investigando desde el primer momento; estaban en la certeza de que la agresión se debía a lo que en el argot policial se denomina “vuelco”: un traficante de drogas le roba a otro la mercancía o el dinero producto de ello. El encaje de “piezas” estaba concluido.
Los investigadores sabían que, una de las víctimas, acompañada ocasionalmente por la segunda (herido de bala) se desplazaron a Jaén, presuntamente con un kilo de cocaína, que vendieron a uno de los arrestados; un traficante sobradamente conocido que les estaba esperando. Éste le entregó 37.000 euros. Una vez efectuada la transacción, las víctimas se marcharon, en ese momento, unos individuos mandados por el arrestado les estaban esperando en la esquina de la calle, donde sucedieron los hechos, para arrebatarles el dinero. Los agentes identificaron a las cinco presuntos autores de los hechos, realizando dos registros domiciliarios y la detención de tres personas.