SALUD

Ainhoa, una malagueña que sufrió cáncer en la niñez: “Lo recuerdo como un juego”

El 80 por ciento de los tumores infantiles se curan, un dato que conocemos con motivo del Día Nacional del Niño con Cáncer

Carmen Cerbán

Málaga - Publicado el - Actualizado

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Ainhoa es una malagueña de 34 años que ha tirado de recuerdos, con motivo de la conmemoración, este 21 de diciembre, del Día Nacional del Niño con Cáncer. Su infancia estuvo marcada por esa enfermedad: tenía apenas seis años cuando le detectaron un cáncer de riñón.

A pesar de todo, la mayoría de sus recuerdos de aquel tiempo de hospital son felices: “Para mis padres sí fue una pesadilla, pero yo lo recuerdo como un juego, todo era divertido... no tengo muchos recuerdos ni de dolor ni de miedo”.

UNA VIDA SIN RESTRICCIONES

Después de una larga ausencia, Ainhoa volvió al colegio cuando estaba prácticamente recuperada. Durante cinco años se sometió a revisiones. A sus once años recibió el alta y, a partir de entonces... ¿cómo ha sido la vida de Ainhoa después de haber sido una niña con cáncer? Ella misma cuenta en COPE que su vida ha sido “totalmente normal y sin restricciones”, solo con algunas precauciones a la hora de hacer deporte para “evitar golpes malos en la zona del riñón”, puesto que solo tiene uno.

Hoy esta malagueña es enfermera y madre y quiere enviar este mensaje a quienes estén pasando por la situación que hace casi treinta años vivieron sus padres: “Los niños son más fuertes de lo que nos creemos, hay que intentar que no tengan miedo”.

EL 80% DE LOS TUMORES INFANTILES SE CURAN

Según el doctor Emilio Alba -catedrático de Oncología, director de la Unidad de Oncología Intercentros de los hospitales Regional y Clínico y toda una referencia nacional e internacional en la investigación del cáncer, el 80 por ciento de los tumores infantiles se curan.

El oncólogo malagueño explica que la aparición de tumores en los adultos “es un mecanismo de defensa de las células hacia el envejecimiento”. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los tumores de los niños son “alteraciones intraútero que, por alguna cuestión que todavía desconocemos, se convierten en un tumor”.