TURISMO

Casares: turismo rural y de playa sin salir del mismo municipio

Casares te ofrece una magnifica alternativa para disfrutar de un lugar distinto con multitud de actividades de todo tipo

Pedro González

Málaga - Publicado el - Actualizado

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Casares es un municipio malagueño que ofrece dos kilómetros de costa con playas muy tranquilas y al mismo tiempo una oferta de turismo de interior donde disfrutar de la naturaleza, historia e incluso de una tirolina que sirve para ver el pueblo a vista de pájaro.

Javier Almellones es periodista especializado en turismo y nos descubre todos los atraactivos de Casares. 'Tienes vías ferratas, puedes alquilar un refugio de montaña al que tienes que acceder andando y donde te puedes aislar de todo, es el pueblo donde nació Blas Infante, puedes pasear por calles estrechas y empinadas que te llevan al castillo con unas megníficas vistas del Campo de Gibraltar y tiene un paraje natural como Sierra Crestellina donde hay una colonia de buitres que no paran de sobrevolar el municipio' nos cuenta Javier Almellones.

KARST DE LA UTRERA

Otro de los atractivos de Casares es el Karst de la Utrera, que es un complejo calizo que se encuetra en el municipio y es el más meridional de Europa, donde se puedn hacer algunas rutas en zonas de umbría que se agradecen en esta época del año, cuando más aprieta el calor. 'Pasa por un cañon muy parecido el Torcal de Antequera y la ruta se puede complementar con el Baño de la Hedionda, que ahora no se puede visitar por culpa de la pandemia, aunque el paraje es espectácular' asegura Javier Almellones.

GASTRONOMÍA

Además de poder tomar un espeto de sardinas en alguno de los restaurantes de la costa, Casares es famoso por su pan y por su queso de cabra 'payoya' que no solo se da en la provincia de Cádiz, también lo podemos encontrar en este municipio malagueño. 'En Sierra Crestellina en contramos una quesería que elabora queso payoyo puro y además organiza talleres, catas y actividades para los niños, para enselarles la elaboración del queso y otras actividades tan curiosas como aprender a tirar con honda' cuenta Almellones.

HISTORIA DE CASARES

La historia de Casares parece que podría arrancar hace más de 100.000 años, en algún lugar cercano a la Sierra de la Utrera. Las buenas condiciones que ofrece este lugar para su ocupación, al menos estacional, para comunidades de cazadores-recolectores están garantizadas por la presencia de buenos lugares de abrigo proporcionado por las abundantes cuevas del complejo kárstico cercano, los nacimientos de agua, materias primas para construir útiles de piedra y madera, caza, pesca y recolección en el cercano mar.

Unos cuatro mil años después, el hombre ya habita sistemáticamente en poblados al aire libre (uno de ellos ubicado en el sector Norte de la Sierra de la Utrera), y junto a los conocimientos descritos, también realiza actividades metalúrgicas incipientes, de producción de cobre y bronce. Suele residir en cabañas de planta circular u oval, realizadas con adobe y cubierta vegetal ligada con barro. Se entierran colectivamente, en sepulcros realizados con grandes piedras, conocidos como dólmenes. En Casares puede haber alguna de estas tumbas, aunque las que conocemos mejor han sido investigadas recientemente en el vecino municipio de Estepona.

Muy probablemente, las comunidades que habitaban estos territorios y que habían sido extraordinariamente influenciadas por el mundo fenicio-púnico, se reorganizaron ante los intereses imperialistas de Cartago por el control estratégico de este sector de la península en el siglo III a.n.e. (en el contexto de las Guerras Púnicas), y fundaron el asentamiento de Lacipo.

Este poblado se convertirá en una auténtica ciudad bajo la órbita de Roma. Crea su propia ceca de moneda, de tradición púnica, en el siglo II a.n.e. y se consolida en el territorio de tal modo que acaba en el siglo I conformando un asentamiento que repite en su urbanismo los modelos de origen itálico, provisto de foro y murallas. Las familias que aquí vivieron estaban relacionadas con los grupos de poder existentes en otras importantes ciudades, como Carteia. Tras una fase de decadencia en los siglos IV-V, el asentamiento vuelve a poblarse en la sexta y séptima centuria, ubicándose un cementerio de época visigoda sobre los antiguos restos de época clásica.

Los momentos más antiguos a partir de la conquista islámica del 711 estarían representados por el poblado localizado en Villa Vieja, donde los restos cerámicos localizados en superficie nos evidencian su ocupación entre los siglos IX y X. Se trata de un poblado de altura, abandonado quizás a partir de la implantación del Califato Omeya.

En época bajo medieval, es decir, a partir del siglo XII, bajo el dominio de los reinos africanos (almorávides, almohades y meriníes) el asentamiento cabeza del territorio es Casares, construyéndose una inexpugnable fortaleza. El control de la ruta natural hacia las tierras de Ronda adquiere un alto papel estratégico. La importancia de estos caminos está representada por la construcción del Puente de la Albarrá.

A partir del siglo XIV Casares se convierte en tierra de frontera con los reinos castellanos, jugando su fortaleza un papel extraordinario en el desarrollo del conflicto. Aquí se celebró una crucial entrevista entre el rey nazarí Muhammad V y Pedro I de Castilla. A principios del siglo XV cae Ronda y la ciudad decide capitular, allá por el año de1485.

Tras la repoblación cristiana se produce la rebelión de los moriscos, que concluye con la muerte de su jefe, Al-Fair, a finales del s. XVI. Otro hecho histórico a resaltar es el papel que jugó el municipio durante la dominación francesa, cuando las cuadrillas casareñas pusieron en jaque al ejército invasor hasta su retirada en 1813, sin que lograran someter a la villa.

Casares tiene el honor de haber sido la cuna de Blas Infante: Abogado, político y escritor, autor del Ideal Andaluz, impulsor de la autonomía de Andalucía y creador del himno y la bandera, murió fusilado el 10 de agosto de 1936, en los inicios de la contienda civil.