“Dar el mensaje de que no había sido posible rescatar a Julen con vida fue lo más complicado”

Fueron trece días intensos y muy complicados, en los que la información se transmitía a cuentagotas y siempre por cauces oficiales. Está a punto de cumplirse un año de un suceso que durante trece días mantuvo en vilo a todo el país y a medio mundo: el 13 de enero de este año, el pequeño Julen, de dos años, caía a un pozo de prospección en Totalán, y su cuerpo quedó atrapado a unos setenta metros de profundidad.

A partir de ahí se desplegaba un dispositivo de rescate jamás visto en nuestro país. Durante 13 días más de 200 medios de comunicación hacían guardia en la zona habilitada para la prensa, a la espera de las últimas novedades sobre el rescate.

DOS PARTES  INFORMATIVOS AL DÍA

Toda esa información la coordinaba la directora de comunicación de la Delegación del Gobierno en Andalucía, Ana López: “Se daba un parte dos veces al día, por la mañana y por la tarde antes de los informativos, para que los medios tuvieran siempre las fuentes oficiales de todo lo que estaba pasando y eso nos ayudaba a acabar con todos los rumores y toda la desinformación que se estaba generando, además de proteger a la familia”.

La periodista explicaba en una entrevista en COPE MÁS Málaga que la “premisa básica antes de salir a los medios y comunicar cualquier avance mínimamente importante” era que esa información se trasladaba previamente a la familia de Julen. Una labor que tenían encomendada la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, y el entonces coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, Jesús Esteban Gutiérrez.

LOS TÉCNICOS PREPARABAN LAS COMPARECENCIAS

Ana López ha recopilado toda su experiencia al frente de la comunicación entorno al triste suceso de Julen en un libro, 'Julen, el hijo de todos'. Contaba hoy en 'Herrera en COPE MÁS Málaga' que las comparecencias las preparaban los técnicos, “sobre todo desde que el delegado en Málaga del Colegio de Ingenieros de Caminos de Andalucía, Ángel García Vidal, tomó el mando de la comunicación”.

“Eran los técnicos quienes preparaban esas comparecencias y siempre estaban salpicadas de la humanidad, el sentimiento, el sufrimiento y la angustia que estaban padeciendo cada una de las 300 personas que formaban el dispositivo”, asegura Ana López.

Asegura que contaban toda la información que tenían, “tanto si era buena como si era mala, teníamos que contar todo lo que estaba pasando”.