MÁLAGA

Prohíben el consumo de agua en una pedanía de Málaga por un elevado nivel de radiactividad

Los vecinos de Maro, pedanía de Nerja, reciben cinco litros de agua embotellada al día tras la prohibición de consumir la que sale del grifo por sus niveles de radiactividad

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el - Actualizado

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Los rumores entre los vecinos eran cada vez mayores y se han terminado confirmando: el agua que sale de los grifos de la pedanía nerjeña de Maro no es apta para el consumo humano por haberse encontrado elevados niveles de radiactividad en el manantial natural del que se abastece este núcleo de población con algo más de 700 habitantes.

Julia, directora del colegio Las Maravillas de Maro donde, tanto el personal docente como sus más de 130 alumnos de entre tres y doce años, están afectados por la situación: “Empezamos a escuchar un rumor el jueves. Lo primero que comentamos es que teníamos que esperar a tener noticias oficiales”.

Aunque en este colegio ya tienen agua suficiente, han pedido a los padres que manden a los niños con sus propias botellas. Además están desarrollando actividades para concienciar al alumnado de la situación.

REPARTO DE AGUA

La

emitió el pasado viernes esta resolución tras evaluar los valores radionucleidos sometidos a vigilancia en aguas de consumo de origen subterráneo. Dicho informe señala que el valor superior de este parámetro se debe a la naturaleza del terreno y a la propia evolución del acuífero por la prolongada sequía, que propicia un menor movimiento de este agua.

Desde entonces, el consistorio se encarga de distribuir agua entre los vecinos afectados para que la puedan utilizar para beber y preparar alimentos.

NIVELES NO PREOCUPANTES

El catedrático de Hidrogeología de la Universidad de Málaga, Iñaki Vadillo, explica en COPE que esta contaminación es de orígen natural, que está generada por las propias rocas y que posiblemente nunca antes se habían realizado mediciones en esa zona.

Puede que la concentración de radiactividad en el agua esté provocada por la bajada del nivel del manantial. En todo caso, sobre el riesgo de consumir este agua, el catedrático es claro: “No son límites para llevarse las manos a la cabeza”.

Aún así, Vadillo recuerda que las medidas en este tipo de normativa son muy restrictivas y aplaude la decisión adoptada por las autoridades de no permitir su consumo.