Sacar dinero en la farmacia: el novedoso sistema para los ancianos de pueblos sin cajero

En su estrategia para luchar contra la despoblación, la Diputación de Málaga pone en marcha un proyecto piloto en pueblos pequeños en los que vive gente muy mayor y no hay cajeros automáticos: los vecinos podrán sacar dinero en la farmacia.

Un sistema que ya se está aplicando en Cútar y que en los próximos días se pondrá en práctica en Júzcar, durante seis meses a modo de prueba. El director territorial de CaixaBank en Andalucía Oriental, Juan Ignacio Zafra, explica que este sistema se conoce como cash out y consiste en que la persona que compre en una farmacia, al pasar por caja, solicite que se le cobre una cuantía mayor del importe de lo que ha adquirido y la diferencia respecto al coste de su compra se le devolverá en metálico.

COMPRA MÍNIMA DE UN CÉNTIMO

Para poder sacar dinero de esta forma, es suficiente con que el cliente pague un céntimo con la tarjeta de crédito y ya entonces podrá sacar entre 20 y 150 euros. La operación de retirada de efectivo irá siempre vinculada a una compra realizada en la farmacia con una tarjeta CaixaBank.

La farmacia debe instalar un terminal de punto de venta (TPV) y el importe a retirar oscilará entre un mínimo de 20 euros y un máximo de 150 euros, debiendo ser múltiplo de cinco. Se podrá retirar efectivo un máximo de tres veces al mes y por un importe no superior a 1.000 euros al año.

TRECE MUNICIPIOS SIN BANCOS NI CAJEROS

Trece municipios de la Axarquía y la Serranía de Ronda no disponen de oficinas bancarias ni cajeros automáticos, lo que dificulta el día a día a las personas mayores, según el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado. “Son municipios pequeños donde la población está sensiblemente envejecida, lo que supone una seria dificultad en caso de tener que desplazarse a otros municipio vecino que sí tienen entidades financieras o cajeros”, explica Salado.

Este proyecto para luchar contra la exclusión financiera se desarrolla en las farmacias rurales, precisamente por la cercanía que el boticario tiene con sus clientes. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Francisco Florido, relata cómo en su farmacia ha atendido “a muchísimas personas” que le pedían ayuda para sacar dinero en el cajero.

“Delante de mí no tenían ningún miramiento a la hora de marcar su PIN o decírmelo a mí para que lo marcase, es decir, que la farmacia demuestra -más si cabe en la farmacia rural- la confianza que la persona tiene depositada en el farmacéutico y en el personal” de la botica, asegura Florido. En este proyecto piloto también participa la Asociación Andaluza de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación.

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