MEDICINA DEPORTIVA

El doctor De la Varga analiza la grave lesión de Diakhaby: "Lo va a tener difícil"

La imagen de la rodilla del futbolista dio la vuelta al mundo

Emilio Guerrero

Málaga - Publicado el

6 min lectura

Aún estremece ver como quedó la rodilla derecha del jugador del Valencia, Diakhaby. Ver cómo se tronchaba literalmente al caerle encima el cuerpo del jugador del Real Madrid, Tchouaméni, ponía los vellos de punta. La pierna derecha del valencianista estaba estirada por completo y un poco adelantada, y en un barullo de jugadores el centrocampista del Madrid cae de espaldas sobre la parte interna de la rodilla de Diakhaby, y la rodilla se troncha, se dobla hacia dentro de tal forma que el cuerpo del jugador, su cara se aproxima, se junta con la parte exterior del tobillo, en un movimiento anatómicamente imposible. El doctor Vicente De la Varga, traumatólogo y experto en cirugía ortopédica desde su clínica CAMDE de Málaga, considerado uno de los 50 mejores médicos privados de España por Top Doctors explica en las siguientes líneas todas las claves y lo que le espera al central del Valencia

DIAGNÓSTICO

En el diagnóstico emitido por el club se hablaba de una luxación de rodilla, pero es aún peor. Una luxación significa que un hueso se separa por completo del otro con el que forma una articulación. Estamos habituados a oír hablar de luxaciones de hombro, de codo o de rótula, situaciones en las que el hueso se sale de su sitio, pero sin habitualmente hacer excesivo daño a las estructuras que estabilizan esa articulación. En una luxación hay que devolver, con mayor o menor dificultad, el hueso a su sitio, y con frecuencia eso basta para devolver a la articulación a su estabilidad.

En este caso no se produce una luxación como tal. Imagínense una rama aún un poco verde que tronchamos con las manos, los dos extremos no se acaban de separar del todo, lo que sí vemos es cómo se van rompiendo una a una todas las capas que forman la rama, empezando por la más externa, las de la convexidad, las de la parte más alta, para dejar sin romper las capas más internas, las de la zona más cóncava.

ESTRUCTURAS ROTAS

Quizás fuera más fácil describir qué no ha roto. En el caso de la rodilla de Diakhaby la fuerza de empuje actúa por la parte interna de la rodilla, por lo que lo primero que salta es la estructura del lado contrario, la más superficial, el ligamento lateral externo que es una estructura parecida a una cuerda de escalar. Al seguir doblando, la siguiente estructura en caer es la cápsula articular, el envoltorio de la rodilla, que tiene muchos vasos y nervios y sangra abundantemente. Si el tronchamiento sigue, la siguiente estructura en romper es el menisco externo, que se puede romper de una forma limpia, arrancándose entero, o fragmentándose si la lesión lleva cierto componente de rotación, como suele ser. Ya llevamos dos estructuras, ligamento lateral externo y menisco externo, amén de la cápsula articular.

Si seguimos tronchando la siguiente estructura es caer el ligamento cruzado anterior, que se rompe a la vez que el ligamento cruzado posterior, pues ambos forman el eje central de la rodilla. Ya van 4 estructuras. Si seguimos tronchando, lo siguiente que se rompe es el menisco interno y la cápsula articular interna que está íntimamente adherido a él. Finalmente, se rompe el ligamento lateral interno que forma una unidad con el menisco interno y la cápsula. Al final han caído 6 elementos, los dos ligamentos laterales, los dos meniscos y los dos cruzados. Es posible que el ligamento lateral interno se salve, pues al troncharse hacia su lado no se estira, sino que se dobla, y es posible que tenga daños menores.

La avería es grande, pero puede ser peor. Si la violencia de la lesión es muy grande, troncando la rodilla con mucha violencia podemos estirar la arteria y los nervios que pasan por la rodilla, la arteria y el nervio poplíteos, pudiendo causar daños muy graves que pueden conducir a la amputación de la pierna o a que quede inservible aunque se reparen las estructuras.

PROCESO DE ACTUACIÓN

Lo primero es poner la pierna derecha, volverla a su posición para disminuir el riesgo a los vasos y a los nervios. Una vez estirada se comprueba que el pulso es bueno y se inmoviliza estirada y se pone frío inmediato para disminuir el dolor y la inflamación.

Ahora hacemos una radiografía para comprobar que no hay alguna fractura asociada y hacemos una resonancia para comprobar cuántas estructuras de han dañado. Pero ya no hay prisa, de hecho es conveniente esperar un par de semanas para plantear la cirugía de reconstrucción.

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CIRUGÍA

Aunque parezca mentira, lo más difícil de operar estas lesiones es cómo plantear la estrategia, el orden y tiempo en el que reconstruir cada estructura. Cada una de las estructuras es relativamente sencillo de reconstruir de forma separada para un cirujano experimentado. El problema radica en que hay estructuras, como los ligamentos laterales, que requieren una inmovilización, más o menos estricta tras la cirugía para que cicatricen adecuadamente, mientras que los ligamentos cruzados exigen una movilización de la rodilla casi inmediata para evitar rigideces.

ORDEN DE INTERVENCIÓN

Primero empezamos siempre por las estructuras que requieren inmovilización, que son los ligamentos laterales. Tras reconstruirlos, ya sea cosiéndolos o haciendo injertos con otros tendones porque estén muy rotas, deben estar entre 6 y 8 semanas en una cierta inmovilidad. Posteriormente, se inicia la rehabilitación para recuperar la mayor movilidad posible antes de la siguiente cirugía, que ya de por sí va a crear una nueva limitación de la movilidad, así que no empecemos de menos de cero. Un par de meses de rehabilitación como poco. Ya van 4 meses.

Ahora operamos los cruzados y a la vez los meniscos, que aunque puedan estos últimos impedir que se apoye en 6 semanas, no requiere inmovilidad. Para esta recuperación entre 6 y 8 meses adicionales.

Estos son plazos de lesiones aisladas, cuando han ocurrido todas juntas, haremos como cuando hacemos un té en una tetera, en la que se echa una bolsa de té por persona más una adicional para la tetera. Aquí, por ir todas las lesiones juntas, crea una más profunda inflamación, dos meses más. Sin mucho problema nos plantamos en el año. Y esto sin que haya la más mínima complicación

TEMORES DE LA CIRUGÍA

Por separado, todas las estructuras cicatrizarían bien y sin mayor problema, pero hay un componente importante, la cápsula articular, esa bolsa, similar a la bolsa que envuelve la palanca de cambio del coche, que envuelve la rodilla y que está llena vasos y nervios, y que está rota, arrancada en múltiples lugares. Las cicatrices de esta cápsula son las responsables del dolor, la rigidez y la limitación de movilidad que suele quedar como secuela de esta cirugía.

FUTURO

En general regular. Si todo va bien no volverá a competir antes del año y medio, y con el hándicap de que todo tiene que recuperar al 100% para competir a alto nivel. Lo tiene muy complicado. O´Donuhue, el médico que describió la triada maldita de rodilla que lleva su nombre decía que "tan solo una meta se podía contemplar como éxito en la recuperación de un atleta y es la recuperación completa para competir, si no compite deja de ser un atleta, por lo tanto, el resultado es un fracaso".

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