Se fija para el 10 de septiembre el juicio entre el Málaga CF y BlueBay tras no haber acuerdo hoy

Como era de esperar, sin acuerdo y habrá juicio. Las dos partes se han visto las caras hoy en “la vistilla” en la Ciudad de la Justicia de Málaga en la que han expuesto sus versiones. El Málaga le reclama a BlueBay 2.400.000 euros, mientras que BlueBay expone que ese contrato quedó anulado el mismo día que se firmó.

JUICIO 10 SEPTIEMBRE

La audiencia estaba prevista para el pasado 23 de mayo, y como ya contamos, fue suspendida porque renunciaron los abogados de la hotelera el día anterior. El juzgado señaló entonces para este 30 de enero de 2024 y la celebración de la audiencia previa quedó sin acuerdo. El juicio por tanto será juzgado por María Jesús del Pilar, de la Mercantil 1, quien será la magistrada que llevará este caso.

Hay que recordar que queda acreditado en el informe que el Málaga sponsorizó a favor de Bluebay y que existe una prestación no cobrada. Se han pedido muchos testigos y peritos sobre ese sponsor que sí queda acreditado que lució el Málaga en la era post Champions, 2013-2014.

"HAY UNA DEUDA QUE PAGAR"

Eduardo Linares, abogado del Málaga CF, ha comentado hoy en Deportes COPE Málaga que, “No hubo entendimiento. No hubo posible acuerdo, ya lo esperábamos. Desde un principio este era un asunto en el que los intereses del Málaga estaban en juego, es una cantidad muy grande y el administrador Judicial entiende que es clave defender los intereses del club. Se ha fijado ya la vista para el juicio el próximo 10 de septiembre”, señala.

“Estos hechos se produjeron en el 2013 y ahí hay una deuda económica que se debe pagar. No es un hecho controvertido que la camiseta del Málaga lució BlueBay de publicidad y el resto de soporte publicitario. Eso es lo que defiende el Málaga y así lo acreditamos”, señaló Linares.

BLUEBAY LO NIEGA

Jamal Satli Iglesias, que recientemente ganó en los juzgados el 49% de las acciones de NAS Spain 2000, señaló sobre el caso de la publicidad de ese 2013-14 y que ahora entrará en juicio que, "lo de las camisetas lo llevó la empresa. Había que pagar 1,5 millones al año por llevar lo de UNESCO. En lugar de recibir, se pagaba por ello. Además, perdía el posible ingreso por otros patrocinios en la camiseta. Romper ese contrato no era fácil. El contrato se hizo, se enseñó a UNESCO y lo rechazaron. Se llegó a un acuerdo de que estuviera un año más pero sin ese 1,5 millones de euros. Luego entró Benahavís poniendo la publicidad. Se pudo arreglar bajo la dirección del señor Hervás, que lo hizo muy bien. Rebajó la deuda de ciento y pico millones a 28 y consiguió dejar de pagar ese millón y medio. El tema de la publicidad es de importancia mínima y hay que resolver otros problemas. Lo importante es tener una visión global".