Seis años del mayor sueño europeo en Champions

Manuel Pellegrini repitió la gesta. Volvió a convertir a un equipo modesto en un referente para todo el continente europeo. En Dortmund escribió la página más emotiva de su carrera de entrenador. Días después del fallecimiento de su padre llevaba la gloria a una ciudad en cuyas costas brilló después el sol con más brío que nunca. Señores, el Málaga cayó en cuartos de la Liga de Campeones, pero recordará siempre las emociones que el fútbol le regaló tal día como hoy hace seis años.

El Málaga estuvo muy cerca del sueño de meterse en semifinales de la Liga de Campeones pero éste se desbarató en el descuento cuando encajó dos goles, marcados por Marco Reus y Felipe Santana, que apearon al equipo de la competición tras una gran lucha. El Málaga estuvo dos veces en ventaja y también los dos empates con goles le servían y solo al final el equipo alemán le dio la vuelta a la eliminatoria, con un tercer gol en fuera de juego. Esto ya es historia.

Aquel Málaga se despidió de la Liga de Campeones con el sabor más amargo. Esa sensación de saborear el éxito y que, de golpe, te encuentres en el otro lado, el de la derrota y la amargura. Ese sabor amargo de cuando logras adelantarte por dos veces en un campo tan difícil como el Westfallenstadion, en unos Cuartos de final de la Champions League, aguantando las estocadas rivales todo el encuentro y cuando el partido da los últimos coletazos, el colegiado de turno, el escocés Craig Thomson, te arrebata todas las ilusiones depositadas en una competición en la que parecías estar destinado a hacer historia. No bastaron los goles de Joaquín y de Eliseu. O las paradas de Caballero.

Esta desgracia le sucedió a un gran e histórico Málaga que, a pesar de la derrota inesperada e injusta, demostró aquella temporada a toda Europa, y sobre todo a sus aficionados, el orgullo del pequeño, pues el WestfalenStadion veía clara su superioridad técnica, su disposición a resolver la eliminatoria desde el primer momento. Tal vez por eso, el Málaga encaró el encuentro sin presión, con la esperanza puesta en la sorpresa en la casa de todo un campeón de Europa que tenía en sus filas a Lewandowski, Reus, Hummels o el habilidoso Gotze.

Dos minutos para olvidar y un error arbitral garrafal para sumir en la más profunda de las amarguras a un valiente e irrepetible Málaga, que cayó de forma injusta y cruel, bajo los auspicios del escocés Craig Thomson que no vio un claro fuera de juego. Aquello ya es historia. De aquel Málaga ya queda poco en el actual, ni la categoría, ya que compite en Segunda y pelea por volver a la élite. El mismo presidente, pero sin las mismas ganas de invertir. Quizás ya no queden las grandes estrellas, ni los focos de toda Europa apuntando, pero sí una afición que sigue siendo de Champions, como aquella noche inolvidable en la que Europa entera se enfundó la blanquiazul. Proeza que hoy recuerdan en la Málaga futbolística los héroes de aquella histórica plantilla:

BORUSSIA DORTMUND 3 - MÁLAGA 2

Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Felipe Santana, Schmelzer; Bender (Schieber, m. 71), Gündogan (Hummels, m. 84); Blaszzykowski (Sahin, m. 71), Götze, Reus; y Lewandowski. No utilizados: Langerak, Leitner, Kehl, Grosskreutz.

Málaga: Caballero; Gámez, Demichelis, Sergio Sánchez, Antunes; Toulalan, Camacho; Joaquín (Portillo, m. 85), Isco, Duda (Eliseu, m. 73); y Baptista. No utilizados: Kameni, Lugano, Saviola, Piazón, Santa Cruz.

Goles: 0-1. M. 24. Joaquín. 1-1. M. 39. Lewandowski. 1-2. M. 81. Eliseu. 2-2. M. 92. Reus. 3-2. M. 94. Santana.

Árbitro: Craig Thompson. Amonestó a Bender, Schmelzer, Gámez, Toulalan.

75.829 espectadores en Iduna Park.