El cura de Málaga que baila flamenco con sus fieles

El padre Pepe se ha vuelto viral por bailar flamenco durante sus misas

No duda en remangarse la túnica para bailar sevillanas y bulerías, ataviado con una estola de lunares. Así celebra la Santa Misa el padre Pepe Planas en su parroquia de Miraflores de los Ángeles, atrayendo a gente de toda la provincia, que abarrotan el templo.

A pesar de estar jubilado, trabaja como ayudante en la parroquia de Alhaurín de la Torre, donde ha vuelto a protagonizar sus famosos bailes con los que busca acercar la fe y contagiar la alegría a los que se acercan a la iglesia.  

próxima cita

Su próxima cita con los fieles será durante la Misa del Gallo en Alhaurín de la Torre, para lo que ha dicho que, "además del cante y el baile, habrá pestiños, borrachuelos y una copita de aguardiente en la puerta de la iglesia"

Por las venas del padre Pepe corre sangre gitana, su abuela era de esta etnia, quizás por eso es las misas que oficia no falta ni el "duende", ni el "compás"

hijo predilecto 

El Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre designó, por unanimidad, al sacerdote malagueño, José Planas, Hijo Adoptivo de la localidad en febrero de 2023, en un acto donde se vivieron momentos muy emotivos. El alcalde del municipio, Joaquín Vilanova se dirigió a Planas indicándole que “ayudó a la juventud de los ochenta a tomar el buen camino, ya que estos conectaron perfectamente con él por su personalidad vibrante”.

Planas llegó a la localidad con apenas 23 años, en 1971, donde, acompañado por otros miembros de los Misioneros de la Esperanza, se dedicó a atender a los niños y jóvenes en su acercamiento a la fe, creando grupos de juventud, siendo párroco D. Antonio Sánchez García. Trabajó incansablemente en la lucha contra la drogadicción que azotaba también a muchos jóvenes de la localidad. Hasta 1986 estuvo dedicado a este apostolado. También organizó las primeras campañas de Navidad en la historia del pueblo: recogida de juguetes, de alimentos y productos de primera necesidad para la población más desfavorecida de Alhaurín de la Torre, que supusieron la base de gran parte del trabajo de la Cáritas parroquial.

El entonces obispo de Málaga, Ramón Buxarráis Ventura, le llamó y le propuso ir a una localidad del interior de la provincia de Málaga y repetir allí la experiencia que había puesto en práctica en Alhaurín de la Torre. En 1991 es ordenado sacerdote. Cuando se le pregunta por Alhaurín de la Torre su respuesta es breve pero concisa: “A ese pueblo se lo debo todo”. Quizá por ello su familia viva en este pueblo y esta sea su segunda residencia, lugar en el que se encuentra con aquellos jóvenes de antaño que hoy le hablan con el cariño y la admiración con la que se le pueda hablar a un padre, un hermano o un amigo.