ALIMENTACIÓN
Estos son los productos que puedes utilizar para sustituir a la sal en tus ensaladas
Si no puedes tomar sal te interesará saber que otros productos lo pueden sustituir
Málaga - Publicado el
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La sal siempre ha estado presente en nuestra vida. Desde hace miles años ha sido utilizada por el ser humano. Tal ha sido la importancia de la sal que ha sido origen de guerras, de rutas comerciales e incluso los romanos la utilizaban como método de pago, de ahí se deriva la palabra salario.
Sin embargo, últimamente la palabra sal se asocia a un término negativo para nuestra salud. Para ver qué hay de verdad en lo contraproducente que puede ser este condimento para nuestro organismo, acudimos a Ana Bardají, experta en cocina saludable: “Parece que la palabra sal y saludable no pueden ir en la misma frase. Se dice que la sal es mala porque hemos abusado mucho de la sal, sobretodo en la comida preparada, precocinada. Estos productos suelen llevar muchos aditivos. Hay alimentos que no nos gustan demasiado y para que tengan sabor le echamos sal”.
No hay que negar que el abuso de la sal puede conllevar perjuicios para nuestra salud, pero siempre y cuando se abuse de ella: “La sal ha estado muy relacionada con enfermedades cardiovasculares. Al abusar de la este alimento se ha generalizado que es mala para nosotros”, explica nuestra experta.
BENEFICIOS DE LA SAL
Para superar todos los perjuicios que pueda originar la sal para nuestro organismo, nos explica los efectos positivos que sí que tiene su consumo: “La sal sí que tiene beneficios para nuestro organismo. Tiene como función alcalinizar la sangre, ayuda la conducción nerviosa. Favorece la digestión, estimula función renal y ayuda a la absorción del calcio. Sirve para purificar el organismo”.
Como en casi en todo en la vida, no hay ningún alimento perjudicial, siempre y cuando se tome con moderación: “Para controlar la sal en nuestro organismo, lo más importante es la moderación, pero también hay que tener en cuenta el tipo de sal que consumimos”.
TIPOS DE SAL
El mercado nos ofrece múltiples sales para elegir, pero no todas las sales son iguales. Algunas son más beneficiosas y otras más perjudiciales: “La sal más habitual de consumo es sal refinada que es en un 99% un cloruro sódico. Además a esta sal le han añadido aditivos químicos para estabilizarla. La mejor sal es la marina sin refinar, que no tenga productos químicos”.
Una sal que se ha puesto de moda es la del Himalaya, en opinión de Ana Bardají: “La sal del Himalaya no tiene ningún sentido teniendo tan cerca buenas sales marinas, además de lo que supone para la huella de carbono y en muchos casos no es auténtica”.
También hay que tener en cuenta un detalle fundamental, que es la manera en la que consumimos la sal: “No es lo mismo comer la sal cruda que la cocinada. La sal cocinada en un plato es una sal buena para nuestro cuerpo, porque al disociarse el sodio y el cloro y nuestro cuerpo lo absorbe por temporada, mientras que es la sal cruda la que puede llegar a obstruir nuestras venas”.
SUSTITUTOS DE LA SAL
Si después de todas estas explicaciones ves necesario sustituir la sal, hay varias opciones para tus alimentos no pierdan el sabor: “La sal cruda es la se puede sustituir, por ejemplo a la hora de hacer los aliños en las ensaladas o para acompañar las verduras. Para ello podemos utilizar un aceite de oliva, un aceite de sésamo o mantequilla de cacahuete, le añadimos un elemento dulce que puede ser miel, sirope de agave o una melaza y para sustituir a la sal nos podemos decantar por una salsa de soja que aunque contiene sal, es una sal fermentada. También se puede optar por calentar agua con sal y aprovechar esa agua salada para hacer el aliño. Por último podemos poner ralladuras de cítricos, ya sea de piel de naranja o de limón. Este aliño a una ensalada verde le viene muy bien”, subraya Ana Bardají
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