Las funerarias de Málaga obligadas a reforzarse para hacer frente a la tercera ola de la pandemia

Sin duda, la cifra más dramática de la pandemia es la de los fallecidos. En los últimos días y durante esta tercera ola, en la provincia de Málaga hemos rebasado las 1.000 muertes asociadas al coronavirus. No son solo números, porque detrás hay familias rotas. Por ejemplo la de Antonio Miguel, guardia civil destinado en Villanueva del Rosario que ha fallecido por el coronavirus. Es una de las últimas víctimas, a la que ponemos nombre.

Esta realidad la conocen bien los trabajadores de las funerarias de Málaga, un sector que ha incrementado en un 20 por ciento los servicios, en comparación con enero de 2020. Alberto Martín es vicepresidente de la Asociación Malagueña de Pompas Fúnebres quien admite en COPE Málaga su preocupación en el sector, “nos hemos tenido que adaptar a la familia, a la situación esta general. Nos encontramos con familias confinadas, los tiempos de respuesta no son como en situaciones normales y eso se se convierte en un problemas para nosotros para poder dar un buen servicio y a atender a todas las familias”, incidió.

TENSIÓN

Pese a la profesionalidad de los trabajadores, es una situación a la que cuesta adaptarse, apunta Martín, “somos profesionales del sector pero también somos padres e hijos, hay tensión si, se afronta con mucho temor y al mismo tiempo haciendo lo que se puede en esta situación”, agregó.

MEDIDAS EFECTIVAS

Desde las funerarias confían en que medidas como la que ha entrado hoy en vigor en Málaga capital, sean efectivas, “si se frenan los ingresos hospitalarios y la presión en la UCI es menor, entonces se frenarán las defunciones y a ello apelamos y esperemos que sea efectivo”, señaló.

Según los últimos datos, en Málaga son ya 1.052 las personas que han perdido la vida con COVID-19 en la provincia desde el inicio de la pandemia.

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