Un perro rebelde conoce a una anciana y lo que pasó después sorprendió a todos

Tiny es un perro que tenía casi un año y medio cuando llegó a la vida, y al hogar, de Carmen, una mujer de 69 años vecina de Torremolinos. Cuando Carmen lo adoptó pensó que el perro pesaría un máximo de 4 kilos, sin embargo, Tiny era un cruce de bulldog francés con un perro grande. El resultado fue un animal muy inquieto y de mayor tamaño del esperado. “Tenía un año y cuatro meses y estaba llevado de energía. El problema es que apenas salía a la calle porque tiraba mucho de la correa, incluso había tirado al suelo a Carmen en alguna ocasión” relata en COPE el adiestrador de perros, Adrián Navarro, a quien recurrió la dueña de Tiny para intentar corregir esa conducta.

El caso de Tiny se repite en muchos hogares, es decir, propietarios que van casi arrastrados por sus mascotas. Lo bueno de todo esto, es que podemos corregir la conducta del animal con paciencia, trabajo y consejos de los expertos.

DESGASTE OLFATIVO DEL PERRO

Uno de las recomendaciones que ofrece en COPE el adiestrador Adrián Navarro es cansar al perro antes de salir de paseo.  “Buscamos la manera de cansarlo en casa antes de salir. En el caso de Tiny le enseñamos a su dueña algunos juegos de desgaste olfativo. Hay que tener en cuenta que diez minutos de desgaste olfativo es equivalente a una hora de ejercicio físico”, nos descubre el adiestrador. En el mercado se encuentran mantas olfativas a precios económicos, aunque podemos crear nuestro propio juego de desgaste olfativo enrollando chuchería en una toalla. También podemos esconder trozos de salchicha en distintos lugares de la casa.

En este contexto, Adrián Navarro aprovecha para recordar que el olfato del perro “es una de las pocas cosas que el humano no ha conseguido igualar con ninguna máquina y probablemente no lo consiga nunca”, relata, con cierto orgullo en su voz, el adiestrador.

JUNTO Y LIBRE

La segunda recomendación del experto es enseñar al perro dos palabras que van asociadas a dos ideas: junto y libre. El objetivo es ordenar en la cabeza de nuestra mascota cuándo puede ir por delante (e ir tirando de la correa a su gusto) y cuándo debe ir pegado a nuestra pierna (sin tirar de la correa). “El siguiente problema que nos encontramos con Tiny era que salía a la calle e iba oliendo todo y hacía lo que quería en cada momento”, recuerda Adrián Navarro. Para corregir esa conducta de Tiny el adiestrador realizó un plan de trabajo muy detallado. “Al salir a la calle le hicimos ver que si iba pegado a nosotros (la palabra clave es junto) le premiábamos con salchicha, algo que no está incluido en su dieta habitual. Era un premio por ir pegado a nosotros”, explica en COPE Adrián Navarro. Los primeros días premiaba a Tiny cada dos o tres segundos que iba junto a él, siempre jugando con las palabras junto y libre. Después fue espaciando el ejercicio hasta conseguir que durante dos minutos completos el animal caminara junto a su pierna. Era entonces cuando Tiny obtenía su recompensa en forma de salchicha y cuando podía ir ‘por libre’. “Este método es útil para cualquier perro y fácil de hacer por parte de cualquier propietario”, afirma el adiestrador y fundador de LOPECAN.

La historia de Tiny y Carmen es la de miles de mascotas y propietarios. Siguiendo las recomendaciones del adiestrador Adrián Navarro, y teniendo paciencia, puedes conseguir que tu caso termine con el mismo final feliz.