El quinto banco de España tendrá su sede en Málaga tras la fusión de Unicaja y Liberbank

El quinto mayor banco de España tendrá su sede en Málaga y su marca será la de Unicaja. Son algunas de las claves del acuerdo que han alcanzado Unicaja Banco y Liberbank para su fusión, que ya es oficial al haber sido aprobada por ambos consejos de administración. El proceso culminará en el verano de 2021.

De esa integración -para la que se hizo un primer intento hace dos años y que ha fructificado en este segundo intento- nacerá una entidad con cuatro millones y medio de clientes, más de 109.000 millones de euros en activos, casi diez mil empleados y 1.500 oficinas.

DECISIÓN “MEDITADA”

Al frente del nuevo grupo bancario estará el actual presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, que asegura que la “unión de Unicaja Banco y Liberbank es una decisión muy meditada que se beneficia del hecho de que ambas entidades tienen un perfil de riesgo muy bajo en términos comparativos y con una exposición a los sectores más afectados por la crisis mucho menor que sus comparables”.

En este sentido, asegura que esta circunstancia “hará que la entidad combinada tenga un impacto esperado mucho menos significativo a consecuencia del COVID del que puedan tener otras entidades”.

Los responsables de Unicaja y Liberbank no han precisado de momento cómo afectará la fusión al número de oficinas ni a la plantilla. Pero insisten en que esta integración beneficia no solo a accionistas y clientes, también a trabajadores “de ambas entidades, puesto que permitirá una mayor inversión en desarrollo profesional y atraer el mejor talento, generando un entorno de mayores oportunidades”, según Manuel Azuaga.

SITUACIÓN SÓLIDA ANTE LOS RETOS

La entidad malagueña absorberá Liberbank y gracias a esa operación, Unicaja Banco dejará de ser una entidad financiera regional y se convierte en un banco nacional. Según Manuel Azuaga, “la transacción”, es decir, la integración de ambas entidades, “hace frente a todos los desafíos del sector y nos posicionará como entidad combinada en una situación sólida y adecuada para afrontar los retos actuales y futuros”.

ORDEN LÓGICO DE LA REESTRUCTURACIÓN

Manuel Azuaga y el consejero delegado de Liberbank y próximo gestor de la entidad combinada, Manuel Menéndez, han reconocido que tienen unas estimaciones sobre el recorte de empleo y el cierre de oficinas que será necesario, aunque han rechazado realizar algún comentario al respecto. "Cualquier proceso de este tipo se comentará antes con las partes afectadas, debemos seguir el orden lógico", han remarcado.

Tras realizar un análisis conjunto entre las partes implicadas y una vez hayan finalizado las negociaciones, será cuando el grupo combinado pueda dar las cifras concretas que resultarán de este proceso de integración.

En esta línea, y a pesar de realizar el análisis conveniente sobre los solapamientos, Unicaja Banco y Liberbank continuarán comprometidos con la España vaciada, atendiendo a la demanda de sus clientes y demostrando "arraigo y capacidad de prestación de servicios en las zonas rurales".

En relación a las sinergias, Azuaga y Menéndez han explicado que el 90% de los ahorros vendrá de unos menores gastos, mientras que el 10% restante derivará de menores amortizaciones.

Está previsto que la entidad combinada cuente con ahorros recurrentes de costes de aproximadamente 192 millones de euros anuales (de forma plena a partir de 2023), lo que permitirá mejorar "significativamente" la ratio de eficiencia en once puntos porcentuales.

SOLVENCIA

En otro orden de cosas, Unicaja Banco espera que el consejo de supervisión del Banco Central Europeo (BCE) apruebe los modelos internos de las primeras carteras -préstamos de personas físicas, tanto hipotecarios como con garantía personal- durante el ejercicio 2021.

Esta autorización mejoraría la solvencia del grupo entre 40 y 60 puntos básicos. Posteriormente, se espera que Liberbank obtenga el 'visto bueno' a las suyas, aunque está previsto que llegue antes el de Unicaja Banco. "Dependerá de los procesos formales del BCE, no podemos dar la fecha exacta de la aprobación", ha indicado Azuaga.

Con este nuevo capital, el presidente del grupo resultante de la fusión entre Unicaja Banco y Liberbank prevé buscar una remuneración al accionista "más atractiva".

DIVIDENDO EN EFECTIVO

De hecho, la intención es proponer en el futuro un 'pay out' del 50%, una vez que la situación macroeconómica y sanitaria se haya estabilizado y siguiendo las recomendaciones de supervisor, concretamente sobre los dividendos con cargo a 2019 y 2020.

"Entendemos que la entidad combinada estará en buena posición para pagar dividendo o llevar a cabo programas de recompra de acciones. En la medida de lo posible, una vez eliminadas las restricciones, Unicaja volverá a pagar en torno a la mitad del resultado neto en dividendo y en efectivo", ha subrayado Azuaga.

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