Esta es la razón por la que tu perro huele el trasero a otros perros: "Información"

Un experto en el comportamiento de los perros cuenta en 'La Noche de Adolfo Arjona' el motivo por el que los perros se huelen el trasero entre ellos

Enrique Ortiz

Málaga - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Muchas son las actitudes y los comportamientos de los perros que nos llaman la atención. Por ejemplo, olerse el trasero unos a los otros con total normalidad. En principio, puede parecer algo asqueroso, pero para los perros es algo natural. Los expertos cuentan que el olfato de los perros es hasta 10.000 veces más sensible que el olfato humano.

Entonces, la pregunta que nos surge es que si tienen ese sentido tan desarrollado, por qué tienen que meter su nariz en el trasero de otros perros. La respuesta es sencilla, están recopilando muchísima información. Para conocer mejor este curioso comportamiento, en 'La Noche de Adolfo Arjona' hablan con un experto como Adrián Navarro, responsable de Adiestramiento Canino Lopecan.

Qué tipo de información ofrece el trasero

En el trasero de un perro se encuentran las glándulas anales y es por ahí por donde segregan la mayor parte de la información. Aunque, como hemos dicho, la capacidad olfativa de un perro es muy grande, al acercarse y oler obtiene y recoge mucha información. “Pueden saber en qué estado de ánimo se encuentra el perro, qué sexo tiene, si está o no castrado... Es información que puede ser relevante para saber cómo interactuar o cómo relacionarse con ese animal”, comenta Adrián Navarro en COPE.

Como explica el experto, los perros ven a través del olfato y es por eso que tienen ese comportamiento para conocer mejor y curiosear cómo son otros perros. “Es una comunicación química a través del olfato que, entre otras cosas, a la hora de establecer relaciones sociales les sirve para saber si pueden entrar a jugar con ello o si deben alejarse”, cuenta.

Qué información obtienen de la orina

Otro de los comportamientos habituales de los perros es el de oler la orina que otro perro ha dejado previamente en una farola o un árbol, por ejemplo. Aunque la orina no ofrece tanta información como el trasero, si les sirve para conocer muchas cosas y por eso les llama tanto la atención. “Pueden saber el sexo del perro que ha pasado por ahí antes o si una hembra estaba en celo”, apunta.

Al contrario que los humanos, que tenemos unos cinco millones de receptores olfativos, los perros tienen de 200 a 300 millones. “Por eso es mucho más frecuente que intenten captar información a través del olfato, además de que presenta memoria olfativa y otras formas de retención de información que es diferente a como nosotros, los humanos, percibimos la realidad”, añade el propietario de Adiestramiento Canino Lopecan.

      
             
      

Antes de sociabilizar, los perros tienen que conocerse oliéndose el trasero

Los perros y las zonas íntimas de los humanos

Más allá de oler el trasero de otros perros o la orina que han dejado en la calle para obtener mucha información, los perros también llevan a cabo un comportamiento parecido con los humanos. Eso sí, nosotros no segregamos las feromonas que segregan los perros, por lo que “la intencionalidad que van a tener a la hora de oler el trasero de otro perro no se puede comparar a la intencionalidad que van a tener cuando nos huelen a nosotros”.

Según Adrián Navarro, es normal que el perro tienda a olernos las zonas donde más olor segregamos como las partes íntimas, las axilas o los pies. Por ejemplo, cuando una mujer tiene la regla, el perro tenderá a olerla y se pondrá un poco más pesado. “Huelen esas zonas porque son las que más olor segregan, pero no lo hacen con la intención de obtener información de qué sexo somos o el estado de ánimo que tenemos”, comenta.

La comunicación química

Por último, Adrián Navarro cuenta en su intervención en 'La Noche de Adolfo Arjona', en COPE, que lo más interesante es cómo los perros se comunican químicamente, y lo hace poniendo un ejemplo sorprendente: “En mi empresa tuve una perra sorda y me llamaba la atención cómo era posible que los otros perros que tenía se ponían a ladrar y ella, que no lo escuchaba, pasaba de estar tranquilamente dormida a levantarse y ponerse a ladrar con el resto”.

      
             
      

Esto tiene una explicación que el propio experto explica: “Cuando entran en alerta segregan un olor de alerta que puede activar al resto, yo lo veo muy a menudo porque convivo con muchos perros. En este caso, no hay una comunicación directa porque la perra no escucha a los otros perros ladrar, pero sí hay una comunicación química que hace que también se active”, concluye.

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