Se acaba el cole y ahora ¿qué hacemos con los niños?

Este 22 de junio termina el curso escolar y los padres se enfrentan a tres meses de vacaciones escolares, un largo período que a veces es complicado encajar y combinar con el trabajo de los progenitores y con sus descansos. Porque, ¿en qué profesión o en qué empresa pueden unos padres permitirse tres meses de vacaciones para coincidir con los niños?

Lo cierto es que en este tiempo de pandemia y de teletrabajo son muchos los que han visto en esta opción laboral un respiro para poder conciliar, aunque trabajar desde casa no siempre es posible o no siempre es una opción aceptada por la empresa.

Llega entonces el momento de valorar las posibilidades para hacer frente a este período sin dejarnos la salud por las preocupaciones que supone para muchas familias la imposibilidad de conciliar.

Por suerte cada vez más ayuntamientos ofrecen Campus de Verano para los pequeños. Es una buena fórmula para ocupar la parte de la jornada en la que los padres deben acudir a la oficina y los niños no tienen una edad adecuada para quedarse en casa.

Es el caso de Sevilla capital. Los distritos lanzan sus escuelas de verano gratuitas como propuesta de ocio y conciliación familiar con más de 2.000 plazas disponibles para los niños y niñas de la ciudad.

Estos campamentos urbanos suelen ofrecer actividades deportivas, manualidades o juegos de agua, alternativas para pasar unos días haciendo nuevos amigos y aprendiendo.

En muchas localidades de la provincia ya están abiertas las inscripciones de estos espacios de verano para que los más pequeños pasen la mañana entretenidos y compartiendo su verano con los amigos.

Si preferimos dar un paso más en esa experiencia , la mejor opción será el campamento fuera de nuestra localidad, donde nuestros hijos puedan conocer a otros chicos de su edad y aprender de la experiencia de compartir tienda de campaña o albergue, cuidar de su ropa o participar en las tareas de limpieza y orden de las instalaciones.

Además es una buena ocasión para elegir campamentos temáticos de idiomas, robótica o simplemente deportes con los que aprender jugando .

Al margen de los campamentos hay familias que prefieren un cuidado más personal en casa. Contratar a una persona que se ocupe de los niños mientras los padres trabajan puede resultar caro pero tiene la ventaja de que los niños permanecen en su entorno habitual y pueden disfrutar de sus juguetes , de su habitación y otras instalaciones de su casa que habitualmente por las prisas del curso, las clases, los deberes, no pueden aprovechar o disfrutar.