CONSUMO
Cómo ahorrar dinero en tu factura de la calefacción con estos sencillos trucos
Calentar nuestra casa con menos dinero es posible. Te contamos cómo
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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La bajada de las temperaturas es inversamente proporcional a la factura de la luz. Y es que cuando llegan el invierno y el frío, solo una chimenea o la calefacción puede conseguir que entremos en calor en casa. Para conseguir ahorrar en nuestra factura de la luz, hay unos trucos muy fáciles que nos ayudarán a que nuestra factura baje en los meses de invierno.
Son muchos los consumidores que tienen más potencia contratada de la que necesitan. Y esto es algo que encarece bastante la tarifa de la luz. Debemos grabarnos un número en nuestra mente, porque nos ayudará a ahorrar. Se trata del 21. Es la temperatura máxima a la que debemos poner la calefacción para ahorrar.
UN TERMOSTATO PARA CONTROLAR LA TEMPERATURA
Uno de los errores más comunes que los consumidores cometemos cuando llegamos a casa y hace mucho frío en la calle, es poner la calefacción muy fuerte para que la casa se caliente muy rápido. Con esto, lo único que conseguiremos es aumentar nuestro gasto en calefacción, pero la casa no se calentará mucho antes.
Si la ponemos a 21 grados, solo necesitaremos unos minutos más y lo notaremos a final de mes. Además, a más de 23 grados el ambiente se reseca, algo que no es beneficioso para nuestro sistema respiratorio. Para conseguir controlar la temperatura, podemos utilizar un termostato.
AHORRANDO HASTA UN 20%
De esta forma, gastaremos menos, hasta un 20% conseguiremos ahorrar en nuestra factura. Y lo que es mejor, podemos programarla antes de llegar a casa. Así, cuando entremos, los espacios estarán a una temperatura muy agradable.
Si tenemos radiadores en las estancias, debemos tener claro que hay que ponerlos a punto antes de que bajen las temperaturas. Para conseguirlo, solo tenemos que purgarlos. Con esta acción, sacaremos el aire almacenado en ellos. En caso de no purgarse debidamente, notaremos que nuestros radiadores no calientan nuestra habitación. Y lo que es peor, estaremos desperdiciando una cantidad importante de energía o gas.
VENTILACIÓN DIARIA, PERO CONTROLADA
Hay algo más que debemos tener en cuenta con los radiadores: no debemos colocar nada encima. Muchas veces, tenemos prendas húmedas y decidimos ponerlas encima para que se sequen rápidamente. Esto es un error porque dejarán de calentar la casa, y consumirán una energía que no necesitamos, y que más tarde notaremos en nuestro bolsillo.
En cuanto a la ventilación, es cierto que debemos airear nuestra vivienda a diario, pero en invierno con diez minutos bastará para que se regenere el aire. Si mantenemos la casa abierta durante más tiempo, nos costará mucho concentrar el calor a lo largo del día.
CALEFACCIÓN NOCTURNA
Y cuando nos vamos a la cama, ¿Qué debemos hacer con la calefacción? ¿La apagamos o la dejamos al mínimo? Los expertos recomiendan apagarla mientras dormimos. Si tenemos termostato, podemos programarla una hora antes de levantarnos.
De esta forma, mantendremos los radiadores apagados por la noche, conseguiremos ahorrar y nos levantaremos con una temperatura cálida en nuestra habitación. Con estos trucos y unos aislantes en puertas y ventanas, notaremos cómo baja la factura de nuestra luz mientras se dispara la comodidad en casa.
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