Así se organizan los robos en el campo: "Nada al azar"

"¡Los estoy viendo. Están robando. Que se vengan todos los que puedan!" La voz de alerta es de Félix, un agricultor de la localidad sevillana de Lebrija. Los agricultores de la zona saben que toda precaución es poca. Por eso vigilan sus fincas. De hecho, tienen un grupo de WhatsApp y piden ayuda si descubren a alguien sospechoso rondando una finca.

Con la luna nueva, la oscuridad se ceba en los campos de Lebrija (Sevilla). Resulta muy difícil la visión. En 2022, en nuestra tierra hubo unos 3000 robos al año. Esto supone unos 25 robos al día. La provincia más afectada ha sido Sevilla, que un año más bate todos los récords. Donde hay menos robos en el campo, Cádiz.

¿Cómo actúan los ladrones en el campo? ¿Estamos ante personas que actúan solas? En COPE Andalucía se lo hemos preguntado a Felipe Gayoso, portavoz de ASAJA y asesor jurídico. Nos cuenta que "nada más lejos de la realidad, son bandas organizadas que además también pueden dedicarse a tráficos de drogas y al menudeo." No hay hueco para el azar.

Muy preparados

En cuanto a los métodos que utilizan para robar, nos cuentan de ASAJA que son muy sofisticados. E incluso llegan a usar tijeras neumáticas que utilizan los bomberos. "Con estas tijeras pueden romper barrotes o postes donde están las placas fotovoltaicas".

Los agricultores insisten: "No estamos ante una persona que va sola con una moto y un saco a robar 2 kilos de aceituna". Estas bandas disponen de material muy avanzado que conseguirían en el mercado negro.

Normalmente estos robos se producen de noche. Hace décadas se guiaban por las lunas, pero "ahora les da igual, cualquier noche es buena porque llevan focos muy potentes para alumbrar los caminos".

Entre los productos más solicitados por los ladrones, la aceituna de mesa y por supuesto el aceite de oliva, por su altísimo precio. Pero los ladrones no se quedan solo en el robo de frutas, verduras y hortalizas: "Roban incluso la maquinaria, con la enorme pérdida que eso supone para un agricultor". Ante este panorama, los agricultores temen que un día ocurra una desgracia.

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