El error que cometes al hacer patatas fritas y que evitará que queden crujientes

Es un plato tan sencillo como delicioso. Uno de los clásicos más internacionales. Las patatas fritas son ese alimento del que podemos disfrutar a cualquier hora del día, bien durante el almuerzo o para un aperitivo. ¿Y por qué no? Incluso alguna noche podemos disfrutar de esta delicia apta para todos los bolsillos.

Sin embargo, aunque son muy sencillas de elaborar, hay algunos errores que cometemos y debemos evitar si no queremos que nos queden blandas y grasientas.

En el mercado, "patatas viejas"

El primer error lo cometemos muchas veces cuando vamos a hacer la compra. En el mercado o en el super, debemos elegir siempre patatas para freír. Las distinguiremos porque son las conocidas como “patatas viejas”. Tienen menos agua por lo que resultan perfectas para freír. Si no las diferenciamos a simple vista, cuando vayamos a la frutería debemos indicarle al frutero que las queremos para freír.

Una vez que hayamos comprado las patatas viejas, debemos prepararlas para conseguir que queden crujientes por fuera y con una textura suave por dentro.

Pelaremos las patatas y las cortaremos en tiras de unos 5 centímetros de largo. Una vez que estén peladas y partidas, las dejaremos en un recipiente con agua durante unos minutos. De esta forma, soltarán el almidón que tiene este alimento.

¿Qué aceite elegir?

A continuación te contamos uno de los grandes errores que cometemos cuando vamos a freír patatas. Creemos que el mejor aceite para este plato es el aceite de oliva virgen extra. Sin embargo, si elegimos un aceite de girasol conseguiremos que las patatas no nos queden aceitosas.

Una vez que hayamos echado el aceite de girasol en la sartén, debemos esperar a que el aceite esté muy caliente; a unos 140 grados. Si no tenemos un termómetro, podemos echar un gajo de patata y así comprobaremos si es el momento de echarlas todas o tenemos que esperar unos minutos.

Ya en la sartén, solo las moveremos cuando veamos que por una parte ya están hechas. Es conveniente no moverlas continuamente porque se romperían. Con estos sencillos pasos, las patatas fritas quedarán riquísimas.

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