Nuevas posibilidades del ejercicio terapéutico, según el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía

Muchos estudios han dejado claro que llevar a cabo una vida saludable y físicamente activa aporta innumerables beneficios para la salud mental y física, pero además también es tremendamente beneficioso para las personas que sufren cáncer. Desde COPE Andalucía se le ha consultado sobreeste tema a Irene Cantarero, directora de Fisioterapia Oncológica en el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía y profesora en la Universidad de Granada. Además, actualmente está al frente de dos importantes proyectos de investigación.

EL EJERCICIO FÍSICO Y EL CÁNCER

Irene Cantarero está muy involucrada en la positiva y beneficiosa relación entre la actividad física y las personas que padecen un cáncer. “Es una herramienta muy potente, cuando una persona cambia de hábitos para tener un estilo de vida más activo mejora de forma importante su salud general. Ocurre más cuando esta persona pasa mucho tiempo sentada o tiene baja actividad física. Es el perfil que a veces nos encontramos en las personas que sufren cáncer”, comenta Cantarero.

Entre los objetivos que se buscan cuando se propone y se realiza actividad física en pacientes con cáncer son muy amplios, como explica Irene: “Si hablamos de los beneficios más concretos, la evidencia científica pone de manifiesto sus virtudes desde el momento del diagnóstico. Por ejemplo, antes de la intervención se sabe que disminuye la estancia hospitalaria y los efectos adversos derivados de la intervención quirúrgica, durante los tratamientos disminuye la sintomatología y también algunos estudios han puesto de manifiesto que mejora la asimilación de ciertos tratamientos”, apunta la directora de Fisioterapia Oncológica en el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía.

Además, tras los tratamientos que cada paciente lleva a cabo, la evidencia es más contundente y tiene un efecto importante en la mejora de gran parte de los síntomas más frecuentes como la fatiga, las alteraciones del sueño, las alteraciones cognitivas, el dolor y muchos otros como así detalla Irene Cantarero, que hace hincapié en que esta mejora en los síntomas “tiene un gran impacto en la mejora de la calidad de vida”.

FOMENTAR EL EJERCICIO FÍSICO TERAPÉUTICO

Para que este tipo de tratamiento basado en la actividad física se lleve a cabo y llegue al mayor número de pacientes es absolutamente necesario fomentar su aplicación, aunque Irene admite que en los últimos años ha habido un gran cambio de tendencia y los profesionales sanitarios, los pacientes y los familiares buscan información al respecto. “Para fomentar el ejercicio terapéutico en los pacientes es fundamental, en principio, ampliar la formación en oncología y en los fisioterapeutas, que es la apuesta más grande del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía; y que la información científica llegue a los profesionales sanitarios, sobre todo a los oncólogos y luego también que llegue a los pacientes y a la sociedad en general”, subraya Cantarero.

AL FRENTE DE DOS ESTUDIOS

Por último, Irene Cantarero cuenta en COPE Andalucía que está inmersa en dos estudios muy importantes que cuentan con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Los dos estudios son los siguientes: 'Prevención de la toxicidad en el sistema nervioso por los tratamientos para el cáncer con ejercicio terapéutico y técnicas de relajación'; y 'Efectos sobre la aparición de la toxicidad producida por el tratamiento oncológico mediante un programa de ejercicio terapéutico adaptado (ATOPE): Ensayo clínico controlado aleatorizado en mujeres con cáncer de mama'.

“En anteriores experiencias habíamos visto que el ejercicio físico era eficaz y seguro para el abordaje de muchas de las secuelas si se realizaba durante los tratamientos médicos o una vez que estos habían finalizado. Con estos proyectos pretendemos analizar si realizados antes de la intervención quirúrgica o del tratamiento médico del cáncer puede tener un papel preventivo. En concreto, en estos proyectos miramos el papel preventivo del ejercicio en secuelas relacionadas con la neurotoxicidad y la cardiotoxicidad. Tenemos dos grupos de pacientes, a un grupo les hacemos el programa de ejercicios antes de que comiencen los tratamientos y al otro grupo durante el tratamiento. En unos meses podremos tener resultados para ver si los objetivos se han cumplido”, concluye Irene Cantarero, que está al frente de estos estudios y que es la actual directora de Fisioterapia Oncológica en el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía.