Vuelve a Sevilla a un bar en el que estuvo hace años y todos aplauden lo que hace nada más llegar: "Venga ya"

El sector de la hostelería sufre problemas con algunos clientes a la hora de cobrar, pero lo que hacen estos jóvenes se está llevando los elogios de mucha gente

La camarera del bar de Sevilla

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El fenómeno del 'simpa' es una práctica más habitual de lo que parece en el día a día de la hostelería. Muchos clientes aprovechan el ajetreo y bullicio que hay en los establecimientos para marcharse sin pagar la cuenta. Por eso son tan aplaudidos estos jóvenes, por lo que hacen al regresar a un bar de Sevilla.

'Simpa' es el término coloquial que existe en España para referirse al acto de irse sin pagar la cuenta en un establecimiento, normalmente relacionado con la hostelería o la restauración. Su uso está cada día más extendido en nuestro país, y su práctica desgraciadamente también, pues cada día son más las denuncias que salen a la luz.

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, los hosteleros se preparan para la que es, sin duda, la mejor temporada del año para el sector. Pero no todo es positivo, y es que igual que aumenta el número de clientes que desean disfrutar de una cena con amigos o familiares en una terraza, también aumentan aquellos que intentan pasarse de listos.

Pide un café en un restaurante de Barcelona y no puede creer la respuesta del camarero

Quien trabaja en la hostelería o en un comercio sabe que tiene que estar pendiente de que todo el mundo pague. Los locales agudizan el ingenio para evitar esta situación. La historia del 'Rey del Simpa' es una de las más llamativas en los últimos tiempos en el país tras ser arrestado 65 veces por su afición a comer y a beber gratis.

El 'simpa'

La práctica del 'simpa' es un quebradero de cabeza para los empresarios del sector, pero también lo es para los camareros, que algunas veces son obligados a pagar ellos la cuenta. Eso sí, este podría denunciarles ante las autoridades laborales competentes, ya que solo se contemplan sanciones económicas cuando los trabajadores incumplen el contrato laboral.

La Policía Nacional se encuentra trabajando en mejorar la situación que viven muchos hosteleros y propietarios de bares y restaurantes. Si te vas sin pagar lo que consumes en un establecimiento podrías estar cometiendo un delito de estafa con una sanción que oscila entre una multa hasta los ocho años de prisión.

Ante esta situación, algunos bares y restaurantes también se están tomando la justicia por su propia mano y han empezado a implantar algunas medidas que han dejado atónitos a sus clientes. Si vas a Bélgica, por ejemplo, pueden pedirte que entregues uno de tus zapatos a modo de fianza.

Un restaurante vacío

En Madrid las perdidas por simpas en los bares y restaurantes se contabilizan en miles de euros. Pero, para quebradero de cabeza, el que sufrió el dueño de un local de hostelería en Galicia. Fue víctima de un 'simpa' a lo grande de 12.000 euros. Por suerte, también hay personas que hacen todo lo contrario.

Lo que hace nada más llegar

Hay anécdotas de lo más variopintas en estos sectores. A veces son negativas, como una vez que el dueño de un bar pagó un 'simpa' con el dinero del bote de los camareros y les culpó de "no prestar atención". Pero también hay otras que relatan todo lo contrario, como ocurre en este local de Sevilla, con unos jóvenes que no son de allí.

@ericbenajes Hace unos años, estabamos en Sevilla por trabajo y pedimos una coca-cola y una botella de agua en un bar de justo antes de que nos recogiese el uber para ir al aeropuerto de vuelta a casa. Con las prisas, se nos olvidó pagar… Nos dimos cuenta en el uber (y ya sabéis que el uber no puede dar la vuelta, pese a que se lo pedimos). Esta vez, hemos vuelto por trabajo a Sevilla y he saldado aquella deuda con esta gente maravillosa. . Sed buenos, por fa ♥??? . #ericbenajes #sevilla #humanidad #deuda #bar #taberna #fe #fyp #viral #sinpa #vida #emocionante #honradez #honrado #andalucia ? sonido original - ERIC BENAJES

Quien trabaja en la hostelería o en un comercio sabe que, además de su trabajo, también tiene que estar pendiente de que todo el mundo pague lo consumido antes de salir por la puerta o que pase por caja con los artículos elegidos. Pero en ocasiones hay descuidos por las dos partes, aunque en este caso tuvo un final feliz.

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