TURISMO Y CULTURA

Así podrás volver a visitar el Alcázar de Sevilla

El Real Alcázar reabre sus puertas este 15 de junio con itinerarios marcados y aforo limitado

Fachada del Palacio del Rey Don Pedro

Redacción COPE Sevilla

Sevilla - Publicado el

3 min lectura

Ni siquiera todo un palacio como el Real Alcázar de Sevilla se libra de las restricciones y de las medidas de seguridad a las que obliga la lucha para controlar el coronavirus.

Así que en su reapertura al público se aplican una serie de medidas que no van a rebajar ni un ápice el disfrute de la visita pero sí la van a hacer diferente.

Lo más destacado es que se va a contar con un itinerario ordenado, bien marcado, sin posibilidad de marcha atrás para evitar cruces entre personas , con limitación de aforo y con estancias de pequeño tamaño donde no se puede mantener la distancia de seguridad, cerradas.

Además para poder visitar tanto el Palacio como los Jardines habrá que reservar previamente , comprando las entradas online para minimizar riesgos y llevando puesta la mascarilla.

La primera visita de las autoridades al Alcázar se ha desarrollado en vísperas de la apertura al público.

LAS NUEVAS NORMAS

El Real Alcázar reabre tras un pormenorizado trabajo de reordenación del itinerario para garantizar el cumplimiento de las exigencias de seguridad sanitaria y distanciamiento social tanto para trabajadores como para los visitantes.

Las reservas se realizarán íntegramente vía online en la web oficial del monumento: http://www.alcazarsevilla.org y las entradas serán nominativas, es decir, con nombre, apellidos y DNI, según el sistema ya anunciado a primeros de año.

No habrá taquilla ni pago en metálico, hasta que la nueva taquilla que se construye junto la Puerta del Apeadero entre en servicio y se trasladen para su venta aquellas entradas que hayan sobrado de la reserva por internet. Con ello, se prioriza la venta online, que permite reservar día y hora concreta y el control digital del acceso –sin billete impreso, basta con el soporte digital por móvil o tablet– se reducen los riesgos del contacto entre el personal y los visitantes y, además, la entrada nominativa facilitará, a efectos de las autoridades sanitarias, la identificación de grupos de visitantes que hayan coincidido con alguien que diera positivo por coronavirus.

El aforo anterior de 750 visitantes pasa a 250, con 125 cada media hora, con el objetivo de evitar las colas o la concentración de personas en el itinerario interior. Las visitas serán individuales o en grupos de hasta 20 personas, siempre que se garantice el distanciamiento social, y con la responsabilidad de padre o tutores de mantener controlados a las y los niños menores de 12 años.

En el acceso, se fijarán distintos elementos para garantizar los dos metros de distanciamiento social y, además de pasar por el escáner de seguridad –como antes–, llevar mascarilla obligatoria y opcionalmente guantes y lavarse las manos con gel desinfectante, el visitante será sometido a una prueba de temperatura.

Ante la imposibilidad de cumplir el distanciamiento social, determinados espacios estarán cerrados al público, entre ellos el Cuarto Real Alto –decisión acordada con Patrimonio Nacional para la que es la residencia oficial del Rey durante su estancia en Sevilla–, los Baños de Doña María de Padilla y la Sala de la Justicia, así como el Semisótano del Palacio de Pedro I o el Jardín del Laberinto.

Pero la principal novedad en cuanto al itinerario es que no será libre, sino un recorrido obligatorio y delimitado con catenarias y otros elementos, con alternativas para las personas con movilidad reducida y sin posibilidad de carril de vuelta, es decir, una vez iniciado no cabe posibilidad de vuelta, salvo circunstancias excepcionales y mediante acompañamiento de un vigilante.

Con este itinerario marcado, y del que sólo cabe cierta relajación en el Patio de la Montería y en los jardines al ser espacios abiertos, y siempre guardando la distancia de seguridad, se pretende eliminar el cruce de personas y garantizar el distanciamiento social, al tiempo que evitar las aglomeraciones en aquellos espacios más visitados del Real Alcázar, que coinciden con el Palacio Mudéjar, y llevar los flujos hacia los jardines, en cuya riqueza vegetal se quiere incidir.