CORONAVIRUS

Cómo nos afecta psicológicamente llevar un año de pandemia

Los efectos psicológicos de un año de pandemia se notan ya hasta en los niños y adolescentes

Cómo nos afecta psicológicamente llevar un año de pandemia

Redacción COPE SevillaIrene Ramos

Sevilla - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Estos últimos días de febrero se cumple un año desde que se confirmara en Sevilla el primer caso de contagio de coronavirus local y no importado, un hombre de 62 años que tras días ingresado por una neumonía, dio positivo en Covid-19.

A partir de ese momento se fueron confirmando nuevos casos y una vez instalada la pandemia en nuestras vidas comenzaron a aplicarse las primeras medidas restrictivas para ir conteniendo los contagios.

Una “nueva realidad” que se instaló en nuestras vidas hace ya un año y que ha hecho que después de todo este tiempo aparezcan nuevos problemas psicológicos en la población incluso entre los más pequeños, los niños y adolescentes.

Los más pequeños de la casa viven rodeados de pantallas y nuevas tecnologías. En este año de pandemia han permanecido más horas sin salir y esa circunstancia ha pasado factura a su tiempo de ocio.

Se han multiplicado las horas de uso de consolas, teléfonos , ordenadores y tablets de niños y adolescentes y según explica la psicóloga Sonia Esquinas ese “exceso de horas en los vídeojuegos” es el equivalente a “las ludopatías del siglo 21, creando unas adicciones que son difíciles de tratar”.

El año que llevamos de restricciones y de pandemia también está provocando que dejemos atrás aquellos primeros mensajes optimistas, con aplausos a los médicos o campañas de quédate en casa.

De hecho están apareciendo numerosos casos de “fatiga pandémica que para que nos entendamos es como vivir el día de la marmota”.

Así lo explica Sonia Esquinas quien señala que el efecto es que “te levantas y un día es igual que el otro, cumpliendo con tus obligaciones pero sin la posibilidad de hacer muchos planes o de pasar un día entre amigos, que es tan terapéutico a cualquier edad”.

Y otra consecuencia para nuestra salud mental, “el llamado síndrome de estar quemados”. Lo sufren sobretodo los profesionales, entre ellos los sanitarios “que ya no pueden más , que están saturados” y que como consecuencia de esa fatiga padecen importantes “alteraciones del estado de ánimo”.

Nuevas patologías que conviven con la ansiedad, o la depresión, trastornos que ocupan “los primeros puestos de incidencia en la salud mental por los confinamientos y las preocupaciones generadas por la crisis económica”.

Y también están presentes otras patologías asociadas como la fobia, el miedo a la muerte,las hipocondrias, o las difíciles circunstancias vividas por muchas familias “que no han podido despedirse de sus seres queridos, por lo que existe la posibilidad de sufrir un duelo crónico”.

A pesar de este período de cambios, incertidumbre e inestabilidad o incluso dolor en nuestras vidas, hay que sobreponerse y tener presente la capacidad de los seres humanos de seguir adelante.

En ese sentido la psicóloga Sonia Esquinas recomienda que para sobrellevar de la mejor manera posible estas circunstancias de “forma individual hagamos esfuerzos por sacar aprendizaje de lo que nos ocurre “, que seamos capaces de ver “oportunidades en la crisis y recordemos que volveremos a nuestra vida normal” cuando un día todo esto pase.