Dos novios sevillanos se reinventan y celebran su “No Boda”

Eva y Raúl se casaban hoy. Tenían cita para formalizar su unión civil en el Ayuntamiento de Sevilla y tenían a sus testigos designados para la ocasión. El coronavirus se lo ha impedido temporalmente. La boda y también  la celebración, prevista para este próximo fin de semana, han quedado suspendidas y aplazadas temporalmente. Fueron de los primeros en darse cuenta del alcance del peligro de seguir adelante con un evento familiar de este tipo. Antes incluso de decretarse el estado de alarma los dos decidieron aplazar la boda para no poner en riesgo de contagio por coronavirus a su familia y amigos.

Raúl asegura que fue una situación difícil, porque “estábamos con los preparativos de la boda, sin tener casi un momento libre” y “sólo teníamos esa emoción en la cabeza, además de los nervios normales”, pero empezamos a recibir “mensajes de familiares preocupados y con miedo por seguir adelante con la boda”.

Por eso tras pensarlo “a pesar de la ilusión, de las ganas, de esos nervios en la barriga que siempre gustan” decidieron tomar la difícil decisión de aplazar la boda para “neutralizar ese miedo y cambiar el rumbo”.

Lo que al principio supuso para esta pareja atravesar por un “momento muy duro” , fue dando paso a la aparición de nuevas emociones. Decidieron no quedarse con la parte negativa. Quisieron ver la botella medio llena y por eso tomaron una determinación.

Invitar a sus familiares y amigos a una celebración de “No boda”.

Tal y como explica Eva, han decidido “compartir con todos nuestra alegría, nuestro optimismo, en compañía, haciendo que nadie se sienta solo y colaborando a ese mensaje de buscar cosas positivas en la vida a pesar del coronavirus”.

Por eso hoy de forma simbólica celebran su “no boda” y lo hacen por medios telemáticos. Han pedido a sus invitados que se conecten por Internet, para mantener juntos una videoconferencia y para que sigan convirtiendo este día, en una jornada señalada para la pareja.

Porque tal y como explica Eva, el 19 de marzo será para ellos siempre un día especial. Por eso han enviado invitaciones a sus familiares y amigos, con las que los animan a vestirse de gala a las ocho y media de la tarde y a brindar con la mejor sonrisa e incluso porque no, a gritar, un ¡Vivan los novios!.