MOTOR

El error que cometes a diario con tu coche y que puede provocarle una avería

Las visitas al mecánico cuando nuestro coche tiene un problema suelen ser sinónimo de avería y factura más o menos elevada.

El error que cometes a diario con tu coche y que puede provocarle una avería

Irene Ramos

Sevilla - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Para la mayoría de ciudadanos el coche es necesario en su día a día y tenerlo que dejar en el taller supone un importante quebranto tanto económico como de organización del día a día.

A veces las reparaciones son pequeñas, o acudimos a una puesta a punto, a una revisión de niveles de aceite y de agua o a que nos realicen unos ajustes antes de acudir a superar la ITV del vehículo.

Pero otras veces cuando el coche no arranca o se enciende alguna luz en el salpicadero poco habitual, ya es demasiado tarde y estamos abocados a una reparación importante por una avería que evitando ciertos errores que cometemos a diario podríamos habernos ahorrado.

Se trata por tanto de abandonar ciertos hábitos que deterioran nuestro vehículo y que reducen su vida útil.

No eres consciente, pero estos gestos los haces a diario y son un error porque perjudican el motor de tu coche:

-Cambiar de marcha pero dejar la mano apoyada en la palanca de cambios:

Es muy común, un clásico, tanto casi como conducir con el cristal bajado y el brazo apoyado en la ventanilla. Esa mano descansando en la palanca parece inofensiva pero a la larga puede afectar a los sincronizadores de la caja de cambios y por tanto puede acortar su vida útil.

-No usar el aire acondicionado en invierno:

Parece un sinsentido pero tiene su lógica. Llega el invierno, hace frío y nos olvidamos del aire acondicionado que ha funcionado a todo gas durante el caluroso verano. Y cuando pasado ese frío volvemos a necesitar el aire acondicionado, descubrimos con terror que no hay manera, que no enfría. El motivo es que se recomienda encender de vez en cuando el aire frío porque si pasa un largo periodo sin usarse pueden producirse pérdidas de gas refrigerante e incluso estropearse el compresor por falta de lubricación tanto en las juntas como en el propio compresor.

-Conducir dejando el pie apoyado en el embrague:

Un hábito parecido al de dejar la mano en la palanca del coche. El pie en el embrague suele ser una costumbre habitual de muchos conductores que no retiran el pie y suelen mantener esa postura. Esa presión permanente en el embrague no es correcta y aunque sea pequeña pasa factura en forma de desgaste de este elemento del vehículo.

-Acelerar pasando de 0 a 120km/h en tiempo récord:

Las prisas no son buenas compañeras en general para nada en la vida y para conducir, tampoco. Y no sólo por el riesgo que supone circular con exceso de velocidad, sino también porque cuando vamos con prisas solemos conducir pisando a tope el acelerador por la autovía. Cuando hacemos eso lo que ocurre en nuestro coche es que el aceite y otros lubricantes del vehículo no han llegado a alcanzar la temperatura adecuada. Y como consecuencia directa de ello, el motor y sus componentes no se lubrican correctamente y eso afecta a la vida útil de estos elementos fundamentales de cualquier coche.

Así que ya lo sabes, si eres de los que se ha acostumbrado a poner en práctica este tipo de hábitos mientras conduce, recuerda que dañas tu coche y puedes sufrir una avería y una inesperada y poco deseada visita al taller.

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