El nombre de la próxima borrasca será de hombre: cómo se elige

La borrasca Aline se marcha después de dejarnos lluvia, mucho viento que ha soplado con rachas fuertes, caída de árboles y algún que otro susto.

Nos ha acompañado durante todo el jueves y todavía quedan restos con ramas y hojas en el suelo. Ha sido, como anunciaban los expertos, corta, pero intensa y ha provocado que haya sido un jueves complicado para los servicios de emergencia de todas las provincias porque en todas se han producido llamadas de aviso los efectos de Aline.

En concreto, según los últimos datos actualizados, el 112 ha coordinado este jueves -hasta las 23.00 horas-, más de 1.550 incidencias ocasionadas por el viento en toda Andalucía, sobre todo por caídas de ramas, árboles, mobiliario urbano, vallas y desprendimientos parciales de cornisas o fachadas. La mayoría de ellas se han registrado en Sevilla.

Es la primera borrasca de importancia de la temporada y que haya recibido un nombre, tiene una razón de ser.

Cuándo se nombran las borrascas

Los nombres que reciben las borrascas tienen una explicación. No todas merecen ser nombradas. Así que lo primero que hay que aclarar es cuándo recibe nombre un episodio de este tipo.

Pues merece ser nombrado cuando alcanza proporciones importantes y puede suponer un riesgo para la población.

¿Y quién se encarga de ponerle nombre? En nuestra zona, tal y como informa la Agencia Estatal de Meteorología, los servicios meteorológicos de España, Francia, Portugal, Bélgica y Luxemburgo nombrarán las borrascas con gran impacto, dentro del Grupo Suroeste europeo. Se coordinan con el resto de grupos y el 1 de septiembre plantean la temporada de nombramientos con las agencias meteorológica de los países con los que trabajan codo con codo.

A partir de la temporada 2017-18 es cuando se tomó la decisión de dar nombre solo a las borrascas que potencialmente puedan producir un gran impacto en bienes y personas.

¿Y qué se considera una borrasca con gran impacto?

Según los expertos, una borrasca o depresión es un tipo de ciclón (término genérico donde se incluyen los huracanes, tifones, bajas polares, medicanes, etc.) que transcurre por latitudes medias, entre 30 y 60º de latitud.

Son sistemas de bajas presiones donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte. Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la baja. Las borrascas a las que se dará nombre serán aquellas que se profundicen de tal manera que puedan producir un gran impacto en bienes y personas, aunque no será necesario que experimenten un proceso de ciclogénesis explosiva.

Por tanto, una borrasca se nombrará, con carácter general, cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de avisos de viento (en el caso de AEMET, racha máxima) de nivel naranja o rojo y que se espere que puedan producir un gran impacto en varias zonas. En el caso de España, se trata de rachas máximas superiores a 90, 100 y 110 Km/h dependiendo de las zonas.

Pero se puede incluir también a aquellas borrascas que tengan menor impacto del viento (será suficiente para el nombramiento la emisión de avisos amarillos de viento, rachas máximas superiores a 70, 80 y 90 km/h, dependiendo de las zonas) cuando lleve aparejada también fuertes lluvias (y se decreten por ello avisos de nivel naranja o rojo).

Qué beneficios tiene dar nombre a las borrascas

Darles nombre a estas borrascas de gran impacto implica que la población sea más consciente de sus efectos y pueda protegerse del viento, los fenómenos costeros adversos o en muchas ocasiones también problemas relacionados con la nieve y la lluvia.

De hecho, las encuestas en Reino Unido e Irlanda demostraron que la población estaba más atenta a los avisos previstos de fenómenos meteorológicos adversos y a las recomendaciones de seguridad cuando la amenaza de viento fuerte estaba claramente identificada y asociada al nombre de la borrasca.

Los nombres para la actual temporada 2023-2024

Los episodios adversos de la temporada ya tienen su nombre decididido. Em orden alfabéticfo y con alternancia y son los siguientes:

Aline, Bernard, Celine, Domingos, Elisa, Frederico, Geraldine, Hipolito, Irene, Juan, Karlotta, Louis, Monica, Nelson, Olivia, Pierrick, Renata, Sancho, Tatiana, Vasco, Wilhelmina

Como se puede observar en la secuencia, los nombres se alternan en la lista entre masculinos y femenino y cada temporada cambian.

Los del año pasado, por ejemplo, fueron los siguientes:

Y una curiosidad, el primer episodio de borrasca de proporciones considerables que recibió nombre empezando por la A y en masculino fue Armand y casualmente ese episodio se declaró el 19 de octubre de 2022. El mismo día, pero de un año antes que la borrasca Aline que este año inaugura la temporada.