Otro efecto del coronavirus: la incertidumbre de irte al paro de hoy para mañana

Se llama Antonio Velasco y es uno de los 465 trabajadores, la mayoría de ellos de edad media, a los que la empresa Konecta ha aplicado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Desde 2008 acude puntualmente a su puesto de trabajo y hoy, después de una noche larga tras recibir el mensaje de su despido temporal, intenta asimilar lo ocurrido.

Antonio ha explicado a COPE Sevilla que anoche a las 23:30 horas recibió un SMS en su teléfono desde un número privado.

El mensaje que leyó le indicaba que “por el presente le comunicamos que a partir de mañana (por hoy día 18 de marzo), su contrato queda suspendido por medidas de fuerza mayor. No deberá personarse en su puesto de trabajo”.

“Me quedé en shock, y así sigo, tratando de asimilar lo que ha ocurrido”, explica Antonio, quien, como el resto de sus compañeros ha sentido a la vez “sorpresa, rabia y tristeza” por esta repentina decisión de la empresa, comunicada de una forma tan inesperada, a altas horas de la noche y sin más explicaciones.

VISITA DE LA INSPECCIÓN Y DESALOJO DE LAS INSTALACIONES

En la plataforma de Konecta de Bollullos de la Mitación trabajan 4.000 personas, unas 1.500 por turno. Hasta que se ha aplicado este ERTE y un día antes, hasta que se ha recibido la visita de la Policiía Local para comprobar si eran ciertas las denuncias que se venían produciendo, no se se seguían las condiciones para preservar la salud de los trabajadores.

Antonio y otros compañeros, como Elisabeth García, denuncian que en las plataformas “no tienen puesto propio, es decir, un trabajador usa un ordenador, unos cascos, un ratón , un teléfono y cuando acaba su turno se levanta y se sienta el siguiente”.

En Bollullos de la Mitación se han llevado días pidiendo medidas para evitar estas situaciones de riesgo. En las últimas horas la policía local se personó en las instalaciones y todos los trabajadores fueron desalojados. Los agentes dieron de plazo hasta hoy por la mañana para que la empresa adoptara precauciones , entre ellas limpieza y desinfección de los puestos y distancia entre los trabajadores que hasta ahora no se cumplían porque “trabajamos codo con codo con el compañero de al lado”.

A lo largo de la noche la empresa ha decidido dejar sin ocupar algunas mesas para preservar así la distancia de seguridad y han colocado material como jabón desinfectante que hasta ahora no estaba disponible en las instalaciones. La Policía Local instó a Konecta a adoptar esta medida porque si no lo hacía esta misma mañana clausurarían las instalaciones.

Mientras los trabajadores afectados por el ERTE tratan hoy de contactar con abogados para que les expliquen las medidas que les aplica la empresa, cómo actuar ante esta situación y qué va a ser de ellos en el futuro.

La mayoría son padres de familia de edad media, como Antonio, que tiene dos hijas y que hoy se ha quedado en casa a cuenta del ERTE que el coronavirus ha traído a su empresa.