CORONAVIRUS

¿Sabes en qué consiste el ‘síndrome de la cabaña’ que te puede afectar al salir del confinamiento?

Fernando J. Romero

Publicado el - Actualizado

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Un mes y medio encerrados. Cuarenta y cinco días de confinamiento. La mayoría de los ciudadanos no ha puesto un solo pie en la calle desde que el 14 de marzo se decretase el estado de alarma y con el Gobierno de la nación avisando de que, posiblemente, haya nuevas prórrogas del estado de alarma.

En esa tesitura, y tras tantos días en un espacio reducido y acotado, con la movilidad limitada y realizando poco esfuerzo con lo que el gasto de energía es mínimo, el cuerpo humano se acostumbra a esta nueva situación, algo que, para algunas personas, va a suponer todo un problema, pues esto puede derivar en la generación de miedo y temor a lo que puede pasar cuando vuelva a salir a la calle.

Esto es lo que se conoce como 'síndrome de la cabaña', un estado mental que se genera por meses de aislamiento, soledad y aburrimiento, y que se empezó a mencionar a principios del siglo XX, en Estados Unidos, en aquellas zonas del país donde soportan unos inviernos largos y muy intensos.

A pesar de que oficialmente no está reconocido como un problema mental, si es cierto que puede generar en las personas que lo sufren distintos síntomas, que pueden ir desde la depresión y la irritabilidad, a las sensaciones de soledad, impaciencia, frustración o desasosiego.

En las actuales circunstancias, las personas mayores, al ser las más vulnerables al virus, son también las más expuestos a desarrollar este síndrome, por el miedo a ser contagiados, en cuyo caso, intentarán perpetuar el actual estado de aislamiento.

Pero también pueden padecer esta alteración de su estado mental personas hipocondríacas y aquellas otras que sienten rechazo social, al encontrar, dentro del confinamiento una manera de autoprotección

CÓMO NO CAER EN EL ‘SÍNDROME DE LA CABAÑA’

El principal consejo que todos los expertos nos dan para no caer en este ‘síndrome de la cabaña’ es intentar mantener una rutina, lo más parecida a la que se tenía antes del confinamiento, lógicamente, teniendo en cuenta que vamos a tener sustanciales completamente diferencias en muchos casos.

Es decir, tener una rutina ordenada; mantener una alimentación sana; si nos gusta y solíamos hacerlo, hacer ejercicio físico dentro de las posibilidades que tengamos; incluso pensar en el futuro, que vamos a hacer cuando salgamos.

Igualmente, es muy importante mantener el contacto con familiares y amigos, para lo cual las nuevas tecnologías nos van a ser de una enorme utilidad, pues gracias a las videollamadas podemos sentirnos incluso más cerca que con las simples llamadas de teléfono.

En algunos casos, los más leves, que son la mayoría, con unas simples y sencillas técnicas de relajación y respiración antes de salir a la calle se puede solucionar el problema.

Si los problemas para salir de casa tras el confinamiento van a mayores, habría que buscar el apoyo de un especialista que nos ayude a superarlo, pues podría desembocar en trastornos más graves como la agorafobia, que es el miedo a verse en espacios abiertos.