PATRIMONIO SEVILLA

¿Sabías que las matemáticas sirven también para determinar el estado de conservación de un monumento?

Dos profesores de Sevilla van a usar las matemáticas para analizar el estado de las yeserías del Real Alcázar 

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las matemáticas se van a convertir en la mejor herramienta para afrontar una futura intervención en las yeserías mudéjares del Real Alcázar de Sevilla. Servirán para evaluar y calibrar el estado de conservación de esos elementos de los que sólo en el Palacio de Pedro I del Alcázar existen unos 2.000 metros cuadrados.

Esta iniciativa, que coordinan los profesores titulares de la Facultad de Ingeniería de Edificación Francisco Javier Blasco López y Francisco Javier Alejandre Sánchez y que cuenta con un presupuesto de 90.750 euros, está financiada con cargo al Programa Estatal de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico y Tecnológico del Sistema de I+D+i del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y tendrá su desarrollo hasta 2021.

Se va trabajar por tanto para determinar modelos de durabilidad y conservación preventiva de los elementos decorativos del monumento. Se trata de un proyecto de I+D aplicada a las yeserías y no una intervención en sí sobre las mismas, porque lo que se persigue es evaluar el estado de conservación a través de la determinación de la dureza superficial, la descripción de la degradación y la creación de un modelo de funcionalidad o vida útil funcional.

Para ello, las labores que se están ejecutando responden a tres modelos, entre los que se encuentra el de dureza superficial, que determina el estado de conservación del yeso estableciendo relaciones matemáticas entre la porosidad de este material (un claro indicador de su estado de conservación) y sus propiedades mecánicas.

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Con el modelo de la degradación, se aplica el modelo matemático para determinar el grado de degradación a partir de la comparación entre un área degradada y el conjunto del paramento con la más grave degradación posible. En este modelo se integran tanto patologías de la propia yesería como del sistema de ejecución, ambientales y del entorno.

Por último, el modelo de lógica difusa se basa en la teoría de conjuntos difusos, convertida en una herramienta de apoyo para los procesos de toma de decisiones para la restauración y el mantenimiento de los edificios históricos. El sistema 'Fuzzy Building Service Life FBSL2.0' está sustentado por 17 variables de entrada, cinco de vulnerabilidad y otras 12 de riesgos (estático-estructurales, atmosféricos y antrópicos).

Estos parámetros se relacionan con la pérdida o la ganancia de funcionalidad de los edificios, priorizando las acciones de conservación que deben desarrollarse en el conjunto de los edificios, palacios y patios donde se ubican las yeserías históricas.

Las técnicas (termografía, que mide la temperatura y la existencia de bolsas de aire que distorsionen la fijación del yeso, radar para conocer los métodos de fijación o la fotogrametría para definir formas o dimensiones) y los aparatos empleados no son invasivos, conformando en su conjunto un sistema y una metodología de ensayos pioneros.

"Además de evaluar su estado, serán fuente de información para desvelar cómo se colocaron las yeserías o cuáles eran sus colores originales. Una amplia base documental para seguir profundizando en los orígenes del monumento".

Ese proyecto se desarrollará sin interferir en las visitas, en la estrategia del Patronato del monumento por divulgar y poner en valor el trabajo y a los profesionales que contribuyen a la conservación del recinto palaciego.