Aznalcóllar sigue mirando a la mina a pesar del desastre de hace 25 años

Han pasado 25 años desde que se produjera el mayor desastre ecológico de Andalucía y el pueblo que se hizo mundialmente famoso por el vertido tóxico de la mina que la empresa sueca Boliden Apirsa explotaba en los terrenos de la localidad, sigue pensando que les “tocará el premio de la lotería del Gordo” en cuanto se reabra la explotación.

Así lo ha manifestado en declaraciones a COPE Sevilla Juan José Fernández, alcalde de Aznalcóllar y antiguo minero, quien asegura que la explotación va a generar 1500 puestos de trabajo para los próximos veinte años.

Y es que el pueblo no da la espalda a la minería aunque en este tiempo ha intentado reinventarse y dedicarse a “cultivos de regadío para no depender solo de la mina”.

El alcalde reconoce que cuando se rompió la balsa y cerró la explotación, el pueblo vivió “una gran crisis”, porque casi un millar de vecinos se quedaron en paro y muchos “se vieron obligados a emigrar a países como Arabia Saudí, Portugal, Francia o Canadá, para poder traer un sueldo a su casa”.

La vida les “cambió de la noche a la mañana” porque muchas familias dependían exclusivamente de la mina. Ahora cuando ven cada vez más cerca la vuelta a la actividad en la explotación el alcalde reconoce que lo siente como una buena noticia.

Juan José Fernández cree que es cuestión de tiempo que se resuelva el litigio entre las dos empresas que se presentaron a la adjudicación de la mina. México-Minorbis se hizo con la concesión en 2015 y aunque está pendiente de juicio ya ha invertido 50 millones de euros en la zona y sigue aumentando las partidas con la previsión de ponerla en funcionamiento en septiembre cuando tenga todos los papeles en regla y las autorizaciones de la Junta de Andalucía.

Este martes mientras tanto

Ese día se rompió la balsa que almacenaba cinco millones de metros cúbicos de lodos tóxicos que anegaron unas 4.400 hectáreas de terreno fértil y de gran riqueza medioambiental, contaminando acuíferos y llegando a las puertas de Doñana.

En el juicio están previstas seis sesiones y van a participar una docena de testigos y un perito de la compañía sueca. Hasta ahora Boliden se ha negado a hacerse cargo de las indemnizaciones requeridas y del coste de regeneración del terreno en el que a día de hoy existe un Corredor Verde.