La beatificación del padre Torres Padilla será el 9 de noviembre en la Catedral de Sevilla

En la Sevilla del siglo 19 era conocido como el santero, y en la del siglo 21 subirá a los altares. El padre Jose Torres Padilla, cofundador junto a Madre Angelita de las Hermanas de la Cruz, será beatificado en la Catedral de Sevilla el próximo mes de noviembre. Así se lo anunciaba el Arzobispo José Ángel Saiz Meneses a las hermanas en la Casa Madre de la calle Santa Ángela, donde por cierto reposan los restos mortales del padre padilla.

Largo ha sido el camino hasta llegar hasta aquí. En 2014 se abría el proceso de beatificación, hace dos años fue declarado venerable y el pasado marzo la santa sede reconocía el milagro atribuido a la intercesión del padre Torres Padilla, la curación de un paciente en el hospital Virgen Macarena. En Cope Sevilla, el obispo auxiliar Teodoro León, que ha sido postulador diocesano de la causa de beatificación, nos ha contado que el hecho de haber estado rodeado de santas, Madre Angelita y Santa María de la Purísima, ha retrasado su subida a los altares.

Esa subida a los altares ya tiene fecha, será el 9 de noviembre en la Catedral de Sevilla y la eucaristía estará presidida por el cardenal Marcelo Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.

Su historia

En Sevilla adquirió fama de santidad y se le llamaba popularmente El santero de Sevilla (hoy día se le recuerda de la misma manera), pues fue director espiritual y confesor de varias monjas de especiales virtudes, como la dominica Sor Bárbara de Santo Domingo; Sor María Florencia Trinidad (Madre Sacramento) y Santa Ángela de la Cruz. Con esta última colaboró en la fundación del Instituto Religioso de las Hermanas de la Compañía de la Cruz y fue director espiritual del mismo.

Catedrático de Sagrada Teología en el Seminario Conciliar de Sevilla y canónigo de la Catedral de Sevilla, asistió como teólogo al Concilio Vaticano I, por sugerencia del Papa Pío IX. Falleció en Sevilla el 23 de abril de 1878, al día siguiente fue conducido al Panteón de San Sebastián (hoy Parroquia de San Sebastián), propiedad del Cabildo Catedral de Sevilla, y el 25 fue enterrado. A los cinco años de su entierro, la Madre General de las Hermanas de la Cruz (Santa Ángela de la Cruz) pidió al Cabildo Catedral y consiguió el traslado del cuerpo para depositarlo en la Cripta de la Casa Madre del Convento de las Hermanas de la Cruz.