Recursos educativos
El caso de Liam: Un niño sevillano con 'huesos de cristal' que solo puede asistir 3 horas al colegio
El menor requiere supervisión constante y personalizada pero la Consejería de Desarrollo Educativo solo ha dotado al centro de una profesional cuatro horas al día para cuatro alumnos más
Sevilla - Publicado el
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Comienzan a detectarse las primeras deficiencias en algunos centros públicos en materia de atención educativa para los alumnos con necesidades especiales. Liam tiene 3 años, una enfermedad rara y necesidad de una atención permanente. En su colegio, el CEIP Baltasar de Alcázar solo hay una PTIs, una profesional técnico de integración educativa, para un total de cinco niños con necesidades especiales. Padece la llamada enfermedad de huesos de cristal, cualquier leve golpe puede suponer para él una complicación importante. La técnico asiste 20 horas a la semana al centro, tiempo insuficiente según Laura Mármol, la madre de Liam, que ha decidido denunciarlo ante la Delegación Territorial de Educación de Sevilla.
“Parece algo imposible algo por lo que no deberíamos estar luchando porque son sus derechos”. La madre de Liam pide la máxima comprensión ante un caso como el de su hijo que “necesita atención para casi todo, no baja escalones solo, es muy inquieto, no puede ir solo al baño”. También supervisión continua porque cualquier caída, torsión, un tirón, podría conllevar para él una fractura y una cirugía posterior.
Solo asiste al colegio de 9 a 12 y tras esas horas Laura se dedica a llevarlo a las diferentes terapias y médicos lo que hace imposible que pueda trabajar.
Hace pocos días Laura acudió a la Delegación Territorial de Educación de Sevilla para solicitar la ampliación de horas de servicios de la ptis y solo aceptaron ampliar cinco horas más a esta profesional. Horas que siguen sin ser suficientes para atender a los cinco niños y de las que de momento no saben cuándo se comenzarán a implantar ya que ni el centro ni la técnico tiene noticias al respecto.
Laura lamenta esta situación y asegura que “es una pena porque es un buen colegio en el que se han volcado con nuestro caso pero no podemos quedarnos tranquilos cuando dejamos a los niños en clase porque no hay recursos”. De hecho fueron varios los centros que rechazaron el acceso de Liam por no poder ser atendido según su necesidad.
Está en un aula de diferentes edades, 3, 4 y 5 años y la atención integral se hace muy difícil. Laura también pidió la enfermera escolar pero se la denegaron por que solo se la conde en a niños que en horario escolar necesitan recibir algún tipo de medicamento. El centro tampoco cuenta con un profesional de Audición y Lenguaje.