La familia del soldado muerto en Cerro Muriano pide aclarar si el capitán investigado sigue activo

La familia del soldado Carlos León Rico,natural de El Viso del Alcor (Sevilla) y fallecido trágicamente el pasado diciembre junto con el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar en unas maniobras en la base de la Brigada Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano, en Córdoba, ha levantado una voz de alarma.

Según han manifestado, informaciones recibidas desde el ámbito militar sugieren que el capitán investigado en el caso sigue ejerciendo "parcialmente el mando" y supervisando maniobras, a pesar de haber sido despojado de su cargo en la mencionada brigada.

El abogado Luis Romero, en representación de la familia de Carlos León Rico, explica que varios miembros del Ejército le han comunicado, a través de videoconferencia, que el capitán Zúñiga, sujeto de investigación en el caso bajo la jurisdicción del Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla, continúa ejerciendo cierto grado de autoridad y aún "dirigiendo maniobras", todo presuntamente, a pesar de los acontecimientos recientes.

Se alega que el capitán Zúñiga habría supervisado incluso ejercicios en los que participaron efectivos involucrados en la trágica maniobra en la que muerieron el soldado Carlos León Rico y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar.

Romero ha expresado que, de confirmarse estas afirmaciones, sería "vergonzoso". En consecuencia, la familia del cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar ha solicitado una verificación para determinar si el capitán Zúñiga está completamente desprovisto de cualquier posición de mando o si aún está implicado en la dirección de ejercicios, una solicitud que también respaldan los padres de Carlos León Rico. Asimismo, Romero ha instado a las autoridades militares a abordar estos "rumores" de inmediato.

La familia del soldado fallecido también ha hecho hincapié en la necesidad de investigar más allá del capitán Zúñiga, pidiendo que se examinen los roles de toda la cadena de mando, desde el general de la Brigada X Guzmán el Bueno del Ejército de Tierra hasta coroneles, tenientes coroneles y comandantes.

Además, se han señalado presuntos incumplimientos de medidas de seguridad durante las maniobras, como la ausencia de instrucciones específicas para los soldados, la falta de señalización adecuada en el lugar del ejercicio y la carencia de personal de seguridad y rescate.

Este desarrollo se produce en vísperas de importantes etapas del procedimiento judicial, con pruebas periciales programadas en la base de Cerro Muriano y comparecencias de testigos y peritos. Además, el capitán Zúñiga, el teniente Tato y el sargento Estupiñán están citados para declarar ante el tribunal como investigados.

La familia del soldado fallecido también ha destacado supuestas irregularidades durante el ejercicio fatal, como la falta de inclusión del mismo en el Plan de Instrucción Básico de un soldado de infantería y la ausencia de regulación específica en los manuales militares. Según la versión de la acusación particular, las medidas de seguridad eran insuficientes, lo que contribuyó al trágico desenlace.

La representación legal de la familia enfatiza que, en un contexto donde el riesgo era evidente, los mandos militares implicados no tomaron las precauciones necesarias, ignorando las advertencias de los soldados y desatendiendo los protocolos de seguridad básicos. La falta de equipos de rescate y personal médico cerca del lugar del ejercicio agrava aún más la negligencia, según las afirmaciones de la familia.