La forma correcta de conservar las fresas para que duren más

Estamos ahora en plena temporada de fresas y fresones. La primavera es el momento en que las podemos encontrar a mejor precio en el mercado y sobre todo es cuando están en su punto óptimo para consumirlas y disfrutar de las muchas propiedades que tienen

Las fresas poseen una notable riqueza mineral, especialmente de hierro –es la fruta más rica en él, junto a la frambuesa y la grosella– y magnesio. También aporta potasio, calcio, fósforo, manganeso, cobre, silicio y constituye una excelente fuente de vitaminas C, K y ácido fólico.

Tienen muchas virtudes pero un inconveniente nada desdeñable a la hora de su conservación ya que se estropean de forma bastante rápida.

Hay que considerar que las fresas, a diferencia de otras frutas, ya no maduran más una vez que han sido recolectadas por lo que cuando las compramos ya han comenzado el proceso de pérdida de calidad que se ira acentuando con los días, por lo tanto el primer consejo es que las compremos en el momento óptimo para después conservarlas de forma adecuada y así alargar su vida útil.

Una vez que viendo el envase nos hayamos cerciorado de que han sido recogidas lo mas recientemente posible y que presentan buen aspecto y que no haya ninguna que tenga moho ni insectos, habremos de transportarla con cuidado de no golpearlas y mantenerlas alejadas de otros alimentos húmedos y demasiado olorosos y también separadas de manzanas y plátanos, que emiten etileno.

Consejos para conservarlas en casa

En los mercados y supermercados encontremos las fresas a temperatura ambiente pero este es un producto que necesita estar refrigerado asique cuanto antes debemos meterlas en el frigorífico. Algo muy importante es guardarlas siempre sin lavar y pasarlas por agua únicamente al irlas a comer y nunca antes porque la humedad acelera su deterioro rápidamente.

Es recomendable repasar una por una las fresas antes de guardarlas para retirar todas aquellas que presenten daños teniendo en cuenta que no basta, como equivocadamente solemos hacer, con cortar la parte contaminada, ya que los hongos son patógenos peligrosos que se extienden incluso por la parte no visible de los alimentos.

Otra recomendación que va a contribuir a alargar la vida útil de as fresas es guardarlas con los tallos verdes porque si se quitan sería una vía facil de entrada de microorganismos.

Conviene almacenarlas sin que estén amontonadas unas encima de otras aunque para ello tengamos que utilizar mas de un recipiente y se aconseja asimismo forrar el fondo del envase con papel de cocina o con una base de almohadilla especial para la conservación de vegetales, como las que venden para los cajones de la nevera. Esto permite circular el aire y absorberá la posible humedad que se desprenda.

Nunca se deben guardar herméticamente. Las fresas necesitan "respirar", por lo que si las queremos tapar, podemos perforar el plástico, dejar una válvula abierta o usar papel transpirable.

Dentro de la nevera lo conveniente es que se mantengan a una temperatura constante de entre 2 y 6 grados y conviene revisar diariamente su estado para desechar rápidamente la que presente el mas mínimo deterioro. Siguiendo estas sencillas pautas podremos conservar las fresas en perfecto estado hasta una semana.

También te puede interesar:

De la guerra a las aulas: los niños de la "Pequeña Ucrania" de Sevilla ya van al colegio