Las claves para no picar ni caer en el engaño de los llamados productos milagro

Los medios de comunicación, internet e incluso nuestro correo electrónico, son vías por las que a menudo recibimos ofertas de productos de distinta naturaleza para prevenir o curar diversas enfermedades.

Otros nos prometen mejorar nuestro aspecto físico, adelgazar o nos hablan de la posibilidad de dejar de fumar sin esfuerzo. Son lo que se denominan “productos milagro”, ante los que la Federación de Consumidores Al Andalus nos plantea estar vigilantes para saber reconocerlos y no ser víctimas de engaños.

¿Qué son los productos milagro?

Según Al Andalus, se consideran “productos milagro” aquellos productos, materiales, sustancias, energías o métodos que sin estar testados y acreditados por las autoridades sanitarias se presentan como útiles para el diagnóstico, prevención o tratamiento de enfermedades, modificación del estado físico o psicológico, restauración o modificación de funciones orgánicas, etc.

Hay que tener muy presente que este tipo de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria suponen en algunos casos un presunto fraude para las personas consumidoras, debido a que no cumplen con las expectativas ni son lo que parecen.

¿Cómo reconocer los productos milagro?

En general una pista para saber que hay "gato encerrado" es fijarse en la manera en la que nos llega información de esos productos. Y es que suelen venir acompañados de persistentes y extensos mensajes publicitarios, en los que se prometen resultados eficaces en muy poco tiempo, se presentan imágenes del antes y el después -que no se ajustan a la realidad, aparecen pretendidos sanitarios o estudios que lo avalan, se explican ambiguamente las propiedades del producto, se destaca su composición natural que evita la aparición de efectos secundarios, se resalta testimonios de personas que aseguran haberlos utilizado con éxito, y con frecuencia no se aportan datos suficientes sobre la entidad responsable de su comercialización…

Estamos ante casos de publicidad engañosa, porque el hecho de usar el producto no reporta los beneficios anunciados.

A veces podemos creer que el lugar donde se pone a la venta el producto en cuestión le da un plus de seguridad y fiabilidad. Pero el caso es que según la Federación de

Consumidores Al Andalus, la venta en farmacia o la publicidad en prensa, radio, televisión o internet no son garantía de eficacia del producto.

Consecuencias de su adquisición y/o consumo

Y qué ocurre cuando adquirimos uno de estos productos que tantas bondades y beneficios prometen. Pues que las consecuencias pueden ser muy variadas. Van desde, no tener ningún efecto porque no cumplen lo que prometen a perjudicar gravemente nuestra salud por contener sustancias nocivas e incluso, en casos más extremos pueden llegar a provocar la muertes.

Además de todo eso comprar este tipo de productos va a suponer un gasto de cantidades de dinero más o menos elevadas y la pérdida de tiempo. Podriamos solucionar nuestro problema con productos, terapias o profesionales reales, fiables y adecuados a lo que nos ocurra.

¿Cómo actuar ante un producto milagro?

Las pautas antes este tipo de productos son las siguientes:

Recomendaciones para el cuidado de la salud