La mataron por ser "paya" y no llevar luto

Las desavenencias familiares irreconciliables están detrás de este suceso  en el que dos cuñadas de la victima y el novio de una de ellas  se abalanzaron sobre la joven  hasta matarla . Incluso se considera causa del odio que le profesaban   su condición de "paya" ,   haber tenido una hija con el hermano de las agresoras y no haber guardado luto tras el fallecimiento de su marido por causas naturales poco tiempo antes.  

El jurado popular considera que  los tres acusados --dos hermanas y el que era novio de una de ellas-- son culpables de asesinato al haber acabado con la vida de la que era su cuñada en su vivienda de La Rinconada el 19 de abril de 2016. La victima , Anabel Deza , recibio 24 golpes en la cabeza y 61 cuchilladas , y el veredicto considera que los tres participaron en la agresión con  "conciencia de que la violencia y los instrumentos empleados le causarían la muerte o podrían causársela".

Durante el juicio los encausados negaron su participacion en los hechos y defendieron su inocencia pero  la declaración de una testigo protegida, que los identificó sin duda alguna ,  ha sido determinante.

El fiscal pide 25 años de prisión para cada uno por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, así como la agravante de abuso de confianza.

Durante el juicio , el fiscal considero que las heridas que recibió la victima debieron ser muy dolorosas e incluso llegó a definirlo como "grave martirio".

En la vista oral los forenses han precisado que los golpes le fueron asestados con "un objeto contundente y de frente", provocándole en algunas partes el hundimiento del cráneo, unas heridas que fueron "lo suficientemente importantes" como para haber provocado su muerte.

El escrito de conclusiones provisionales presentado por el fiscal del caso, Gabriel González, concluyó que los acusados sometieron a la joven, que era madre de cuatro hijos, a una "brutal, despiadada y repetida paliza" que le ocasionó "evidentes e injustificados padecimientos".  los tres acusados se "abalanzaron repetidamente" sobre Anabel, propinándole una "brutal paliza, golpeándole violentamente en los miembros superiores y en la cabeza hasta que cayó al suelo, momento en el que fue golpeada reiteradamente" con un objeto contundente, y "apuñalada en la espalda y cuello de forma repetida hasta que al cuchillo se le rompió la hoja tras asestar hasta 61 cuchilladas, lo que le causó un sufrimiento desmesurado hasta lograr su objetivo que no era otro que causarle la muerte".

En ese primer momento, han apuntadolos forenses "la víctima se defendió al presentar lesiones propias de defensa en las manos y en el brazo" y, posteriormente, "tuvo que caer al suelo donde recibió las puñaladas en el cuello y en la espalda" y las siguió recibiendo incluso una vez muerta .