JÓVENES

La Policía de Sevilla alerta de la droga que está llegando cada vez a más jóvenes y de sus efectos: "Convulsiones"

Además, también advierten del consumo de alcohol entre los jóvenes a edades tempranas y de los peligros de estas nuevas sustancias

Irene Ramos

Sevilla - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Son las nueve de la noche de un viernes cualquiera en un pueblo de Sevilla. Pero podríamos situarnos en un pueblo de España, o en una ciudad. Los jóvenes se preparan para ir de fiesta. Hay ferias en varias localidades cercanas y Javier y su pandilla deciden irse a una de ellas.

En su grupo de amigos son todos menores. Pero algunos ya han empezado a beber. Otros a vapear, aunque los hay también que sólo toman refrescos. Por eso lo primero que necesitan es conseguir a un mayor de edad que les compre alcohol para llevarse a la feria. Es tarea sencilla porque no es la primera vez que lo hacen. Ya saben a quién pedírselo y entre todos ponen dinero para hacerse con su “lote”.

Esta forma de actuar la conocen bien quienes están a pie de calle, profesionales como Miguel Ángel Hidalgo, Jefe de la Policía Local de Castilleja de la Cuesta, en Sevilla, que confirma que cada vez se encuentran a chicos más jóvenes teniendo sus primeros contactos con el alcohol, las drogas y otras sustancias que son legales, a las que tienen acceso fácilmente, “chicos de 13,14 o 15 años, que son tan jóvenes que no son conscientes de lo que supone tomar de demasiado alcohol, qué efectos tiene, además de ser ilegal”.

Las nuevas sustancias más allá del alcohol: "Popper" o "Purple Drank"

El Jefe de la Policía lo tiene claro. Han sido las redes sociales las que han popularizado el uso de algunas de esas mezclas entre los chicos “porque las redes son un foco de importancia para los jóvenes” un espejo donde se miran y van “copiando modas, la manera de hacer celebraciones con esas sustancias peligrosas, algunas que están catalogadas como drogas y otras que son medicamentos pero que usan de una manera concreta y pueden tener graves consecuencias”.

Esas mezclas o bien las preparan o bien circulan en los lugares de concentración de jóvenes. Por ejemplo, el conocido como “gas de la risa”, lo compran en plataformas, es un gas de uso recreativo o de uso médico, que los chicos inhalan porque les provoca una euforia rápida que potencian con el alcohol. Son sustancias que están "al alcance de la mano". 

Entre los chavales también circula el “Popper”. Podría parecer el nombre de una golosina, pero no. Se vende en pequeños botes de cristal para inhalar y produce un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a los pocos segundos. Da sensación de euforia, ligereza, y aumento del deseo sexual, aunque estos efectos desaparecen rápidamente y dan paso a un repentino agotamiento.

      
             
      

Agencias

Jóvenes de Fiesta

Además los expertos explican que entre los efectos adversos que provoca su consumo se pueden citar enrojecimiento de la cara y el cuello, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, aumento de la frecuencia cardíaca e hipotensión.

Junto al “Popper” hay otra moda extendida entre los jóvenes. Se conoce como “Purple Drank” y es una bebida que se elabora con jarabe para la tos. Por eso hay personas que han sido incluso detenidas por retirar un mismo jarabe varias veces en una farmacia, porque su uso era para elaborar esta peligrosa bebida.

Según los expertos, en un momento inmediato, el consumo de esta bebida bautizada como Lean o Purple Dark, puede causar euforia o falta de equilibrio, pero también convulsiones, alucinaciones e incluso, en el peor de los casos, la muerte. Por ello, el primer consejo de los expertos es claro, no consumirla nunca.

      
             
      

¿POR QUÉ LOS MENORES NO DEBEN BEBER?

El consumo continuado de alcohol interfiere en el desarrollo del sistema nervioso central y afecta a órganos que están en desarrollo, como el hígado, el páncreas y especialmente el cerebro.

El cerebro de los adolescentes es especialmente vulnerable a los efectos del alcohol.

En los últimos años, numerosos estudios científicos demuestran la asociación entre consumo de alcohol y daño cerebral en los adolescentes

      

La falta de madurez psicológica, propia de la adolescencia, dificulta el manejo de muchas sensaciones y efectos que produce el consumo de alcohol. Disminuye la atención, la capacidad y el tiempo de reacción y dificulta la toma de decisiones.

Así, el consumo de alcohol entre los adolescentes no sólo pone en peligro su integridad física y psíquica, sino que se asocia a conductas de riesgo relacionadas con la agresividad, la accidentabilidad, la sexualidad y la salud pública.

Las personas que inician el consumo de bebidas alcohólicas durante la adolescencia tienen una mayor probabilidad de sufrir las consecuencias del consumo excesivo de alcohol al llegar a la vida adulta, entre las cuales se encuentran el riesgo de desarrollar alcoholismo o dependencia del alcohol.