Por qué no se sabe qué han comido o han visitado los artistas en Sevilla: "Obligados al silencio"

Sevilla despierta hoy después de vivir un sueño. El sueño de los Grammy Latinos con una gala de entrega de galardones que ha hecho que nos colemos en miles de millones de hogares de todo el mundo que vieron el evento.

Sevilla se vio y brilló en una gala con unas 5000 personas y 300 medios de comunicación acreditados. El escenario estaba impregnado de sabor sevillano y andaluz, la gala tenía importantes alusiones a nuestra cultura y una presentadora, Paz Vega, que dio acento sevillano a los galardones.

También entre las actuaciones hubo guiños a Andalucía como Alejandro Sanz cantando “Corazón Partío” rodeado de bailarines con abanicos y mantones o los saludos de los artistas al recoger sus premios, haciendo referencia a estar en Sevilla.

Pero, ¿por qué la visita de los artistas ha estado rodeada de tanto secretismo? ¿Por qué una de las frases más repetidas en estos días de Grammy Latinos ha sido la de "no puedo hablar, tengo cláusula de confidencialidad"?

Aunque las anécdotas son muchas veces lo que más buscan los fans, conocer esos detalles que hacen humanos a sus ídolos, lo cierto es que los restaurantes, los diseñadores, los hoteles, han tenido la obligación de guardar silencio.

No han podido desvelar quiénes son los artistas que se alojan en sus habitaciones, qué pedían para desayunar o qué estilismo iban a lucir en la gala.

Contratos con cláusula de confidencialidad que obligan a guardar silencio

Para todo eso hay una explicación. Luis Hidalgo, Asesor Jurídico de la Universidad Loyola y Experto en Protección de datos, ha explicado en COPE Sevilla que se han firmado contratos para garantizar un derecho fundamental que también tienen los artistas, aun siendo personajes públicos.

Los artistas “quieren que toda la información que surge en torno a ellos esté protegida” porque se acogen a su derecho a la dignidad, un derecho fundamental recogido en nuestro ordenamiento jurídico junto a la protección de datos personales.

Por eso estos días se han firmado muchos contratos, con cláusulas de confidencialidad. Con ellos, según explica el experto, protegen esos derechos, “con un deber de confidencialidad”. En caso de vulneración, si se difundieran detalles de los artistas, “supondría una infracción muy grave sujeta a sanción económica importante”.