El soldado sevillano fallecido en unas maniobras en Cerro Muriano llevaba sobrepeso como castigo

El joven soldado sevillano que perdió la vida en las instalaciones de Cerro Muriano, en Córdoba, el pasado 21 de diciembre durante unas maniobras, llevaba presuntamente sobrepeso en su mochila como castigo por un ejercicio previo.

La revelación, confirmada por el abogado penalista Luis Romero que representa a la familia del militar, arroja luz sobre las condiciones en las que se habría llevado a cabo el entrenamiento, sin medidas de seguridad adecuadas y con consecuencias trágicas para el soldado Carlos León Rico, natural de la localidad de El Viso del Alcor en Sevilla y para el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar también fallecido.

Detalles del accidente

El soldado Carlos León Rico, que murió ahogado durante un ejercicio en un pantano en la base de Cerro Muriano (Córdoba), llevaba sobrepeso en su mochila como castigo por un ejercicio anterior, según ha confirmado el abogado penalista Luis Romero, que representa a la familia del militar.

Alrededor de una veintena de los sesenta soldados participantes en el ejercicio llevaban también este lastre en sus mochilas. En este ejercicio, denominado "cruce de paso de río" y realizado con equipamiento, no se contaba con medidas de seguridad adecuadas, como línea de vida, ambulancia, flotadores o salvavidas.

La tragedia ocurrió minutos después de que los primeros efectivos entraran en el agua.

La Unidad de Preparación Básica a la que pertenecían los fallecidos completará su período de instrucción el 30 de enero. El capitán responsable del ejercicio fue retirado del mando "de forma inmediata" y sin perjuicio del resultado de la investigación judicial en curso.

Los dos fallecidos, un sevillano y un cordobés

El soldado Carlos León Rico estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Había dejado su carrera de Derecho para incorporarse al Ejército. Ya había culminado las dos primeras fases de formación en el Centro de Formación de Tropa, número 1, ubicado en Cáceres y hacía poco más de mes y medio que había llegado a la Base de Cerro Muriano para completarla en la unidad de destino.

Mientras, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar estaba casado y esperaba un hijo. Había ingresado en el Ejército en 2011 y tenía dos condecoraciones al mérito tras haber participado en las misiones de Líbano y Letonia.

Los militares están recibiendo atención psicológica y los testigos del siniestro están siendo llamados a declarar dentro de las diligencias previas abiertas por el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba.

La Fiscalía Provincial de Córdoba considera que la jurisdicción militar debería instruir el procedimiento, posición contraria a la petición de inhibición realizada por el Tribunal Togado Militar 21 de Sevilla al Juzgado de Instrucción Número 4 de Córdoba, que ha llevado a cabo las diligencias del caso hasta el momento.