'somos lo que damos, somos amor'

La vida de Eugenio a los 90 años y sólo en su piso de Sevilla: “Es mi auténtica familia”

El proyecto se desarrolla en la ciudad de Sevilla y en pueblos de zonas rurales de la provincia donde las Cáritas Parroquiales han detectado que existen un alto porcentaje de personas mayores en situación de soledad.

Redacción COPE Sevilla

Sevilla - Publicado el - Actualizado

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La soledad no deseada en las personas mayores es un problema creciente que no discrimina. Este sentimiento puede tener un impacto significativo en la salud mental y física de las personas mayores, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad y otras enfermedades.

Cáritas desarrolla una amplia gama de programas y servicios diseñados para combatir esta soledad. Estos programas abarcan desde el acompañamiento personalizado hasta la organización de actividades sociales y culturales. Su objetivo principal es garantizar que las personas mayores cuenten con el apoyo necesario para cubrir sus necesidades básicas y mantener contacto con su entorno.

El voluntariado en Cáritas es una experiencia enriquecedora que transforma vidas, tanto la de los mayores como la de quienes los acompañan. Al compartir nuestros dones y talentos, descubrimos un nuevo significado en nuestras vidas.

La labor de Cáritas se basa en mejorar la vida de personas mayores con carencias emocionales y socioeconómicas, que viven solas o pasan muchas horas solas y tienen una salud física delicada y una economía precaria; también aquellas que no pueden salir solas en la calle por carencia de apoyo pero que lo haría con un acompañamiento. Y aquellas que viven con sus familiares pero estos están sobrecargados por su cura.

Las historias de Eugenio, María Rosalía y Mercedes son un testimonio del poder transformador del acompañamiento y la solidaridad. Cáritas nos enseña que, más allá de las necesidades materiales, las personas mayores anhelan sentirse útiles, queridos y valorados. Al brindarles esa oportunidad, estamos enriqueciendo nuestras propias vidas.

Como dice Eugenio en la entrevista, “la familia que he encontrado es Cáritas, a la que estoy muy agradecido, es mi auténtica familia”. Miles de personas como él forman parte de este proyecto que tanto bien hace. En su caso Juan Carlos es el encargado de ayudar a Eugenio, el cual se pone a su disposición tres días a la semana, no solo en lo físico sino también en lo espiritual; “sin ellos no sería nada”.

Personas como María Rosalía y Mercedes han encontrado una amistad, un vínculo irrompible gracias a la Parroquia de Santa María de la Cabeza donde ambas pertenecen al grupo Cáritas; “es un grupo muy alegre, muy confiable, es la unión que hay; todos somos uno”. Mercedes “le da gracias a Dios todos los días” por haber encontrado ese vínculo tan especial, ella dice “que tiene muchas ganas de vivir, de hacer cosas buenas y de querer a todo el que le rodea; no me importa quién sea ni como sea”.

Cáritas, consciente de esta realidad, ofrece un abrazo cálido y sincero a quienes más lo necesitan. La soledad no es un destino, es una realidad que podemos cambiar. Al fomentar la solidaridad nos demuestra que invertir en el bienestar de nuestros mayores es invertir en el futuro de todos. Al apoyar a Cáritas, estamos construyendo una sociedad más justa y compasiva.