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La Madrugá santa brilla con luz propia en Sevilla
La jornada de la Madrugá del Viernes Santo se desarrollo espléndidamente con las cinco cofradías procesionando por las calles de Sevilla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La primera Cruz de Guía que se puso en la calle fue el de la cofradías de la Macarena. Y, lo que es la Semana Santa de Sevilla, cuando eso ocurría, aún había tres cofradías del Jueves Santo por la calle, aunque ya a punto de entrar en sus respectivos templos. Tras el cortejo macareno, en otro punto de la ciudad, concretamente en la iglesia de San Antonio Abad, también comenzaba su procesionar, la Hermandad del Nazareno del Silencio. Poco a poco se iba configurando la Madrugada, puesto que el cortejo de la Hermandad del Gran Poder iniciaba su recorrido camino de la Catedral sevillana desde su propia basílica. Así mismo en el barrio de Triana se vivía una apoteosis de sensaciones ya que su Hermandad se echaba a la calle entre una multitud que abarrotaba la calle Pureza, el Altozano y el Puente de Isabel II. A las dos y media de la madrugada salía del santuario del Nuestro Padre Jesús de la Salud, la Hermandad de los Gitanos.
La última cofradía en ponerse en la calle en esta jornada fue la del Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Presentación que salía a las tres y media desde la parroquia de la Magdalena.
Todos los cortejos discurrieron con total normalidad sin apremio ninguno por la posibilidad de la aparición de lluvia y con unas calles abarrotadas de personas dispuestas a disfrutar de las hermosísimas e históricas cofradías que forman parte de la Madrugá sevillana.
Si bien la antigua cofradía de nazarenos del Silencio volvía a su templo cuando terminaba la madrugada, la verdad es que el resto de las cofradías del día volvían a sus sedes canónica con los primeros rayos de sol de la mañana. Unas con el alba, como la del Gran Poder y otras al mediodía, como la Macarena, la Esperanza de Triana o los Gitanos.