SEVILLA
El relato de la Pasión concluye con la Resurrección
El Sábado Santo en Sevilla realizan estación de penitencia en la Catedral, un total de cinco cofradías, a la espera del domingo de Resurrección
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A pesar de que el cielo permaneció totalmente entoldado, la lluvia no hizo, afortunadamente, acto de presencia en toda la tarde-noche del Sábado Santo y permitió que todas las cofradías de la jornada pudieran salir a la calle y hacer, con normalidad, estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral hispalense.
Las primersa en salir a la calle, a primeras hora de la tarde, fue la Hermandad del Sol, con sus dos pasos. En el primero de ellos figura la imagen conocida como "El Varón de Dolores", configurando en un paso alegórico, ya que Cristo muestra todos estigmas de la Pasión, pero aparece vivo y agarrando la Cruz y en el otro, se muestra a la Dolorosa junto con la Magdalena y San Juan, formando lo que se conoce como “la sacra conversación”.
Posteriormente entró por la plaza de la Campana hacia la carrera oficial, el cortejo servita con sus dos pasos. El primero representa a María con su Hijo muerto en su regazo y en el segundo a la Dolorosa de la Soledad bajo un palio de cajón. La jornada siguió con la Hermandad salesiana que procesiona con tres pasos. Uno alegórico donde figura la Santísima Trinidad, el otro es un paso de calvario en el que se muestra el Descendimiento de Jesús, con el Cristo de la Cinco Llagas y en el tercero procesiona la Virgen de la Esperanza bajo palio bordado sobre terciopelo verde.
Posteriormente discurrió por la carrera común el protocolario cortejo del Santo Entierro, también con tres pasos. En el primero figura la alegoría de “la victoria de la Cruz sobre la muerte”, popularmente conocido en Sevilla como “la Canina”, en el segundo figura la urna con el cadáver de Cristo y en el tercero figuran diversos protagonistas del relato de la Pasión, dándole el pésame a la Santísima Virgen, en este caso bajo la advocación de Villaviciosa.
La última en pasar por la catedral fue la Virgen de la Soledad, cuyo paso iba acompañado por un poblado cortejo formado por 1.100 nazarenos y numerosísimos monaguillos, que son considerados como un auténtico tesoro de la Corporación. Los saeteros, cuando la Virgen de la Soledad vuelve a su templo, compiten en buena lid, en cantar la última saeta de la Semana Santa de Sevilla de cada año.
La narración que Sevilla hace a través de sus cofradías de la Redención del Género humano durante la Semana Santa, se cierra con el Resucitado que sale de la iglesia de Santa Marina, acompañado de la Virgen de la Aurora.