Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con las fatiguitas de la muerte. Así ha ganado el Betis todos los partidos, los pocos, que ha sacado adelante esta temporada y en el que caso de ayer, aunque fuera ante un equipo ya descendido como el Huesca, no iba a ser menos. Y eso que Setién lo puso todo en el campo. Y eso que Joaquín se echó el equipo a la espalda como cuando tenía 20 años. Y eso que se empezó ganando, algo que no es nada habitual en el Betis de este ejercicio. Pero, ni así, hubo una tarde plácida en Heliópolis. Los resultados de los otros partidos convirtieron el choque muy pronto en un puro trámite, como se sabía ya desde hace tempo. El equipo verdiblanco comenzó atacando, pero con muy poco ritmo. Un centro de Junior acabó con un gran cabezazo de Joaquín que se fue a la red. Y después, a sestear. Estuvo el Huesca a punto de empatar en un balón al palo de Melero y Tello de hacer el 2-0 sobre la bocina del primer tiempo.
Y en la reanudación vino lo peor. El Betis relajado, el Huesca comiéndole terreno, ni dos pases seguidos hasta que llegó de penalti el gol del empate. A partir de ahí, grada dividida, gritos a Setién, quejas al equipo, en definitiva, la certeza de que ha sido un año donde se ha perdido una oportunidad de oro para lograr algo grande: volver a Europa otra vez por dos años consecutivos. En medio de este ambiente, otra vez Joaquín. Sus arreones y su calidad llevaron al equipo a hacer el segundo con un trallazo desde fuera del área que fue celebrado por él y por el cuerpo técnico como si de una final se tratase: INCOMPRENSIBLE. Y encima vio la amarilla por quitarse la camiseta y no jugará ante el Madrid. Un despropósito.
¿Alguien sabe que el objetivo del Betis era meterse en Europa? ¿A alguien le duele el Betis?