Distancia sideral de... 17 puntos

El último derbi ha remarcado la distancia sideral que separan en estos momentos al Sevilla y el Betis. La famosa aparición televisa prederbi de Del Nido se hizo viral nada más finalizar el encuentro. El Sevilla volteó al Betis, una vez más, destrozó su sueño de salvar la temporada y marcó una diferencia abismal de 17 puntos en la clasificación.

RUBI, MUY CUESTIONADO

El Sevilla salió muy reforzado de su regreso al fútbol y con un mes por delante apasionante. El Betis recibió una estocada que podría acabar con la destitución de Rubi. El entrenador escapó sin crédito y un tropiezo ante el Granada podría costarle el puesto. El derbi nos deja un claro vencedor y un derrotado que pone en evidencia el nuevo fracaso del proyecto de Haro y Catalán. "Satisfecho porque empezar con buen pie esta mini liga es importante. Empezar con un derbi tenía sus pros y sus contras, porque es motivador e importante dentro de la ciudad, pero también podría pensarse que cuando llegara se acabaría todo y no es así. Quedan muchas cosas que pelear y nuestra obsesión era transmitir su importancia sin olvidar que quedaban otros diez igual de importantes", ha explicado Monchi el día después en los medios oficiales.

LOPETEGUI, REFORZADO

La forma con la que el Sevilla encaró el partido y su resultado final deja a Lopetegui reforzado. El director deportivo del Sevilla elogiaba todo lo que el equipo trabajó en la preparación del encuentro: "Era lo más difícil, lo más inexacto. Había dudas e incertidumbre sobre cómo reaccionaría el equipo en unas circunstancias tan distintas. Pero el equipo nos sorprendió y cuando hay un partido importante y este lo era, las victorias no se consiguen en 90 minutos. Llegar con la mentalidad, concentración y motivación justas es fundamental. Desde el lunes veíamos que la línea era buena y se ha trabajado bien y se ha reflejado en el césped. Con buenos jugadores todo es más fácil y el trabajo del entrenador ha sido magnífico, leyendo bien el partido. La victoria de ayer tiene muchos padres y entre ellos están los jugadores pero también el cuerpo técnico".

"Que Joan u Óliver digan que escuchar a los compañeros animando ha sido fundamental habla de equipo, de colectivo. Las batallas las ganan once pero las guerras las gana el colectivo", relataba Monchi, quien valoró la necesidad de volver a sentirse un grupo: "Es un papel importante porque el sentimiento de desapego que ha creado este virus ha sido tremendo. Esa desunión había que trabajarla para volver a la normalidad. Al principio era complicado porque tu compañero podía contagiarte. Mirabas a tu amigo como un enemigo y todo eso ha sido un proceso lento, donde todos los que rodeábamos al grupo hemos sido importantes para intentar ser una familia. Necesitábamos sentirnos arropados porque nos faltaba lo más importante, que era nuestra afición".